Una bruja cuenta qué "trabajos" le piden los sanjuaninos: amarres amorosos y sexuales, a la cabeza
Doña Candela es una de las más buscadas por los sanjuaninos. Contó detalles de sus prácticas.
Doña Candela es una de las más buscadas por los sanjuaninos. Contó detalles de sus prácticas.
"Llámeme bruja, soy una bruja". Doña Candela no anda con eufemismos y no anda con vueltas para definirse. Es una de las más populares en San Juan y a la que acuden muchas personas, la mayoría que agotaron todas las instancias. Es un mundo, el de las brujerías y los trabajos de esoterismo, donde habitualmente prefieren el ostracismo.
DIARIO DE CUYO habló con Doña Candela y la mujer abrió la puerta de cómo es su "trabajo". Sólo se negó a contestar cuánto cobra por su tarea: "Depende el cliente, lo tengo que conocer", dijo. Aclaró que se pagan por adelantado y, en algunos casos, en cuotas.
Aseguró que de 10 consultas, 9 son por temas amorosos o sexuales. "Visitan por temas amorosos, vienen por uniones, amarres para recuperar a su esposa o su pareja", agregó. Divide las uniones en tres tipos: momentánea, eterna y sexuales.
"La momentánea puede ser de 3 o 4 meses hasta un año; la eterna es para toda la vida y las sexuales lo hacen aquellos que son amantes", apuntó la bruja. "Algunos acuden desesperados, con mucha angustia, depresión, que no encontró la forma de recuperar su familia, o llegan desilusionados".
Aseguró que los "trabajos" los realiza con fotos (de las personas que busca unir) o con muñecos vudú que arma de acuerdo a la fisonomía de quien buscan "amarrar".