El fin de semana pasado puede convertirse en el último en que los chicos tengan la oportunidad de divertirse en la tradicional calesita del Parque de Mayo. Nilda Bazán, su propietaria dijo que el 19 de este mes recibió una orden de desalojo por ‘explotarla comercialmente sin acreditar el pago del canon correspondiente’. Y que la orden le daba un plazo de 10 días para irse, por lo que deberá abandonar el lugar el próximo sábado. Desde Arquitectura dijeron que la medida se tomó por falta de habilitación.
La calesita es la única atracción infantil que aún funciona en el Parque y lo hace desde 1979. Este juego sobrevivió a otros tradicionales del lugar que ya desaparecieron como los botes del lago y el clásico trencito que recorría todo el predio (ver aparte). La calesita funciona los feriados y los fines de semana. Además de este juego hay un tobogán y un pelotero. Se encuentra en el sector cercano a calle Las Heras. Respecto a la intimación de Arquitectura, la propietaria dijo desconocer el motivo sobre la orden de desalojo que le enviaron. ‘En la orden que me llegó dice que el pedido de desalojo es porque no tengo acreditado el pago del canon ni del seguro de Responsabilidad Civil. Tengo el certificado de libre deuda de todo el 2013 y la última factura del seguro. Sólo debo el canon de los tres meses de este año y los voy a pagar. Además, no es tanto porque por mes tengo que pagar 110 pesos. No sé por qué quieren que me vaya’, dijo la mujer quien agregó que nunca antes recibió una intimación de pago, si no ella hubiera ‘hecho lo imposible por saldar esa deuda’. La mujer dijo que lo que recauda con la venta de tickets para los juegos (cuestan entre 5 y 7 pesos) es la única entrada de dinero con la que cuenta para mantener a su hija.
Por su parte Liliana Galoviche, a cargo de la Dirección de Arquitectura de la que depende la administración del Parque de Mayo, dijo que el pedido de desalojo no tiene que ver con la falta del pago del canon correspondiente. “La concesión para la explotación de estos juegos en el Parque se debe renovar cada año. Para ello, el propietario debe presentar los certificados de habilitación exigidos, entre ellos el de factibilidad de uso de suelo que otorga Planeamiento, el de Salud Pública que habilita a la venta de alimentos (la dueña de la calesita también tiene un kiosco en el lugar) y el que expide Bomberos referidos a medidas de seguridad. La señora Bazán no presentó ningún certificado”. La funcionaria agregó que el 31 de enero del 2012 se venció el permiso para la explotación comercial de los juegos y el kiosco en el Parque y Bazán no presentó los papeles para renovarla. En esa oportunidad, según Galoviche, le dieron un permiso provisorio hasta que regularizara su situación.
Galoviche agregó que en septiembre del año pasado se la volvió a notificar para que haga los trámites correspondientes, algo que hasta el momento no sucedió. Sin embargo agregó que si Bazán se presenta ante la Dirección de Arquitectura para explicar las razones del incumplimiento de los requisitos para renovar la concesión (que se hace de manera anual), se puede considerar la situación. De este modo, en vez de hacer efectivo el desalojo de la calesita, sólo se le pediría a Bazán que la cierre hasta tanto se ponga al día con las habilitaciones que exige la repartición.

