No es la primera vez que ocurre un hecho similar en la cancha de Unión, que opaca al fútbol sanjuanino. En las estadísticas recientes se registran dos casos. El primero fue el año pasado y justamente el mismo día del partido ante Trinidad. Un 2 de mayo de 2009 en el estadio 12 Octubre y por el Torneo del Interior, el Azul enfrentó a Unión Aconquija de Catamarca. El otro fue el 4 de abril de 2010 en el mismo escenario, Unión ante Alianza. En ambos casos los afectados fueron los arqueros de los equipos visitantes.

El primer hecho, ante Aconquija, explotó un petardo cerca del guardameta visitante, Julián Espeche, cuando el partido recién comenzaba y el arquero se desplomó. El árbitro Julio Quintero lo miró, lo asistió un médico, después de un par de minutos el arquero se levantó y continuó el juego. Luego volvió acusar un impacto de la gente de Unión, esta vez una piedra, aunque dejó la sensación de sobreactuar lo sucedido. Una vez más lo asistieron, se levantó para continuar, pero al instante se volvió a caer acusando otro proyectil. En ese momento el partido estaba igualado y el equipo catamarqueño estaba clasificando. Lo sacaron en la camilla y lo llevaron al banco de suplentes, sus compañeros querían llevarlo en una ambulancia al hospital y no seguir el encuentro. Pero finalmente después de casi una hora, el jugador se levantó, el partido continuó y Unión clasificó.

La parte dos de los hechos lamentables sucedió hace poco, también en el estadio 12 de Octubre. El 4 de abril de este año Unión recibió a Alianza por el Argentino B y otro hecho bochornoso se robó el partido antes de comenzar el mismo. El arquero Lechuzo, Gustavo Coronel, se dirigía a ocupar su puesto detrás de la hinchada de Unión, cuando explotó una bomba de estruendo cerca de su humanidad y se desplomó al piso. El juego estuvo 25 minutos detenido hasta que Coronel se levantó y el encuentro pudo comenzar. Ese día ganó 1-0 Unión.