Un grado de discapacidad levísimo, pero un altísimo nivel de mala conducta y problemas sociales, condicionaron siempre a Angel Vera en sus posibilidades de salir al mercado laboral. Hasta que un día en la escuela le propusieron integrarse al programa oficial para encontrar una salida laboral. No lo dudó y siguió al pie de la letra cada recomendación que le dieron los profesores. Es por eso que en las últimas semanas a este joven de 20 años, oriundo de Albardón, se lo puede ver todas las mañanas barriendo y repasando las calles cercanas al edificio municipal.

Dicen los docentes que hacen el seguimiento de las tareas que está feliz con la tarea encomendada. Es que designándolo como parte de las cuadrillas del SEM le cumplieron el deseo de tener un trabajo que lo canse, o mejor dicho que lo agote ya que su cuerpo necesita estar permanentemente en movimiento, según el mismo explica a todo aquel que quiera escucharlo.

“La vida me cambió con este trabajo y quiero hacer más cosas´´, dice con orgullo, ahora que sabe que además de barrer, puede seguir en el camino de las artesanías en maderas, una de sus mayores habilidades.