A simple vista, pareciera que cada vez hay más pacientes celíacos. Sin embargo, no es así. Según las estadísticas mundiales -que se corresponden con las argentinas y los relevamientos realizados en la provincia- 1 de cada 100 personas padece la enfermedad.
Lo que hay, es un diagnóstico más certero y una detección más temprana. Esto está ligado, según la doctora Camargo, porque no sólo los gastroenterólogos están abocados a realizar los estudios confirmatorios, sino que es tema de análisis de distintas especialidades.
La celiaquía es la intolerancia permanente al gluten, conjunto de proteínas presentes en el trigo, avena, cebada y centeno (TACC) y productos derivados de estos cuatro cereales. Pueden padecerla tanto niños como adultos. Actualmente, la incidencia es mayor en mujeres, que en varones.
Si bien no es una enfermedad nueva, hay varios factores que inciden en su aparición: puede haber predisposición genética, pero también hay factores ambientales, otros ligados a la alimentación y a la calidad de los alimentos ingeridos pero a su vez los niveles de stress que pueden afectar.
Según explica Camargo, esta intolerancia produce una lesión de la mucosa intestinal provocando una atrofia de las vellosidades del intestino delgado, lo que altera o disminuye la absorción de los nutrientes de los alimentos (proteínas, grasas, hidratos de carbono, sales minerales y vitaminas) y provoca diferentes síntomas. El único tratamiento es la dieta.
