Si se traza una comparación, la cantidad de excarcelaciones es mucho mayor en el segundo semestre que en el primero. En 2014, la curva comenzó a elevarse de forma más considerable en octubre, cuando el número mensual de beneficios se fue a más del doble.
Las peticiones de los abogados también crecen. En los últimos meses del año presentan una lluvia de planteos con el objetivo de que sus defendidos no lleguen tras las rejas a la feria judicial de enero, cuando la actividad en el palacio de Tribunales es casi nula y no hay quien resuelva.
Una fuente calificada de Tribunales dijo que uno de los motivos de los jueces para conceder las excarcelaciones es librarse temporalmente de algunas causas que tienen prioridad por ser con detenidos y evitar así violar el Código de Procedimiento. Explicó que al tener que atender miles de casos, la investigación se demora y se quedan sin argumentos para mantener en prisión a los involucrados cuando no cuentan con una condena previa. De acuerdo a lo que dice la jurisprudencia, cuando el imputado no viene de cumplir una pena, más que los antecedentes, los que deben impartir Justicia evalúan si el imputado puede entorpecer la instrucción del proceso o darse a la fuga si es puesto en libertad.
La misma fuente reconoció por lo bajo que, a veces, cuando se trata de una persona con un frondoso prontuario, hay falta de sentido común en jueces. Además, reveló que es cierto que se abocan a las causas más comunes con mayor intensidad a fin de año, de manera de dejar lo más ordenado posible el organismo que conducen antes de tomarse el descanso por la feria de enero.
Entre los que fueron excarcelados, hay sospechosos que lograron el beneficio luego de haber sido indagados por el juez del caso (es una declaración que se le toma al acusado para que dé su versión de los hechos y se defienda). Otros, reciben la libertad sin siquiera pasar por esa instancia.