Primero, un muchacho se resbaló y cayó 40 metros mientras intentaba bajar un cerro en Rivadavia. Malherido, pidió ayuda por celular y tuvo que ser bajado en camilla. Cuatro días después, un grupo de amigos, que subieron el cerro Tres Marías, en Ullum, tuvo que ser rescatado porque no podía bajar. Ambos sucesos tuvieron un punto en común: inexperiencia y poca previsión por parte de los protagonistas. Los expertos locales en el área del montañismo dicen que sin conocimiento, no es aconsejable subir ningún cerro y que a la hora de hacerlo hay que tener en cuenta algunas sugerencias para evitar accidentes o perderse.
Los cerros más buscados por la gente, por estar más cerca de la ciudad, son el Tres Marías (Ullum), las Sierras Azules (Zonda) y el Parkinson (Rivadavia). Y aunque a simple vista pueden parecer fáciles de subir, tienen varias dificultades. "La gente va a comer un asado, ve la montaña y quiere subirla sin previa preparación. Seguro podrá subir, pero el problema es bajar. Esto sin contar con las probabilidades de perderse", dijo Alfredo Morales, vicepresidente del Club Andino Mercedario. De los tres, el más complicado es el Parkinson. Aunque realizar todo el cruce del Tres Marías, desde Rivadavia hasta Ullum, también requiere experiencia.
El Parkinson tiene una altura de 1.700 metros. Está ubicado cerca de la Quebrada de Zonda. Uno de los principales problemas de este cerro es la posibilidad de perderse a la hora del descenso y la pronunciada pendiente del acarreo (tierra y piedras sueltas), lugar donde es posible caerse y golpearse. No hay sendas marcadas y para llegar a la cumbre hay que ascender unas 4 horas aproximadamente. En esta época del año no es recomendable subir de día por las altas temperaturas.
Mientras que el Tres Marías, que tiene 1.000 metros de altura, se complica a la hora de hacer todo el cruce. Es decir, empezar en la Quebrada de Zonda, cerca del Camping Municipal de Rivadavia, y bajar por Ullum, a la altura del paredón del dique. Este trayecto se hace en unas 8 horas y tampoco es aconsejable hacerlo de día en verano. La complicación de esta travesía radica en que hay tres sectores donde hay exposición al vacío. Es decir que hay que pasar con cuerdas porque el sendero es muy angosto y hay precipicios a ambos lados.
"Los cerros que están en esa zona son peligrosos porque tienen piedras sueltas y es fácil desbarrancarse. En la bajada es cuando ocurre la mayor cantidad de accidentes", dijo Morales, quien agregó que "no es aconsejable subir a ninguno sin compañía de un experto y sin la indumentaria adecuada".
La recomendación más importante para subir una montaña es hacerlo con alguien que tenga experiencia. Si la travesía es por el día, hay que llevar al menos tres litros de agua, barritas de cereales, pasas o nueces; también un botiquín de primeros auxilios que contenga gasas, desinfectante, pinzas de depilar (para sacar espinas) y analgésicos. Llevar protector solar, labial y anteojos es otra de las recomendaciones. No puede faltar la linterna, aún cuando la travesía sea de día, y hay que dejar dicho a qué lugar se irá y cuál será el horario estimado de regreso. A la hora de buscar guías de montaña, se puede concurrir a la Secretaría de Turismo o Subsecretaría de Deportes, donde hay un padrón con el nombre de personas capacitadas para realizar esta clase de aventura.