Los periodistas y hasta algunos funcionarios tenían el signo de pregunta marcado en el rostro: ¿cómo acercarse a la embajadora británica Shan Morgan? Por una cuestión de contexto histórico y rivalidades arraigadas, la mayoría suponía que el trato, al menos al principio, sería frío y distante. Pero se equivocaron. La diplomática se mostró distendida, alegre y dispuesta en todo momento a la charla con sus compañeros de travesía, en la séptima edición del Cruce Sanmartiniano en mula, encabezado por el Gobierno de San Juan, que arrancó ayer y del que participa DIARIO DE CUYO. Y a la contracara la puso el clima: llovió en casi todo momento, se veía nieve en la montaña y eso preocupó a los expedicionarios, que anoche pernoctaban por primera vez en la cordillera.

Todos los ojos estaban puestos sobre la embajadora desde la llegada a Barreal, la tarde del martes. Pero ella misma se encargó de romper el hielo. Sin custodia ni asistentes, se divirtió con el folclore local, brindó con el gobernador Gioja y con los periodistas y preguntó y anotó todo el tiempo, para no perder detalle. Pero a la vez ella, como el resto, mostraba algo de preocupación por el clima, ya que tanta lluvia dificulta el avance de las mulas en las montañas. De todos modos, ayer llegaron bien a Las Frías desde Manantiales; allí inauguraron el nuevo refugio y se aprestaron a descansar, ya que hoy les espera una jornada muy dura, atravesando El Espinacito para llegar al refugio de Sardina.