Desesperación e incertidumbre invaden a Claudia De Luca (55) una mamá que vive en San Juan y que se ha visto envuelta en un drama luego de que su hijo, que es ciego, se accidentara en Perú. En su relato, Claudia cuenta que su hijo Pablo Castillo (34) salió hace, aproximadamente, un año de mochilero pero un accidente frustró su travesía y ahora quiere traerlo nuevamente a San Juan porque no puede recibir asistencia médica en el exterior.

Asegura que ha golpeado diferentes puertas pero "nadie puede hacer algo, me siento ignorada". "Pablo salió con el objetivo de desafiarse así mismo y estuvo en Colombia, Venezuela y Perú, entre otros lugares", explicó. También agregó que nació con una discapacidad visual, maculopatía congénita, que le impide el funcionamiento de sus ojos al 100%.

Pero esto no le impidió para realizar su travesía y salir de trotamundos por diferentes lugares. El inconveniente se presentó cuando un día se quebró el tobillo y lo dejó imposibilitado de caminar, según lo que manifestó su mamá.

Pablo protagonizó un siniestro vial cuando era joven; fue embestido por un auto y ese golpe le lastimó severamente el tobillo por lo que debieron operarlo y colocarle clavos. Esa misma zona es la que se resintió en Perú mientras trabajaba y la única asistencia médica que logró obtener fueron calmantes; porque Claudia asegura que "acceder a una consulta o una operación para un extranjero, ahí (Perú) es costosa".

Angustiada porque su hijo no encuentra sanación y mucho menos dinero para poder solventar los gastos de atención sanitaria, recurrió a Migraciones (quienes se encargan de las personas que ingresan y egresan del país y no de repatriar argentinos) y otros organismos para traer a su hijo a la provincia pero recibió negativas, ya que le explicaron que para "disponer de un vuelo sanitario, debe estar inmovilizado por completo y como ahora él anda con una tobillera que le dieron puede trasladarse".

Según Claudia, su hijo se aplica sedantes para soportar el dolor y fue acobijado por una familia en la Playa de Juli, una ciudad turística que limita con Bolivia. Su intención es hacer un enorme esfuerzo para atravesar Bolivia y por lo menos llegar a Jujuy, territorio argentino y poder ser hospitalizado.

"Sólo necesito ayuda para traerlo a San Juan. Hice una rifa y me compraron 7 números nada más. He golpeado varias puertas pero no he recibido respuestas positivas. Me desespera que esté sufriendo lejos y yo no pueda hacer nada", sentenció.