Para los tres fue una verdadera sorpresa. Incluso creyeron que se trataba de una broma. Jamás imaginaron que sus propios compañeros propusieran hacerles un pequeño homenaje para destacarlos como residentes ilustres por su aporte a la comunidad. Y su premio mayor no fue el trofeo que recibieron por este motivo. Más importante fue revivir sus épocas de gloria. Ellos fueron Ida Santillán, escritora; Pato Irrazábal, futbolista; y Tito Nigro, caricaturista. Recibieron un reconocimiento en la Residencia del Adulto Mayor Eva Perón, donde viven desde hace tiempo. El acto se realizó en el marco del Mes de la Ancianidad que finalizará el próximo 31 de agosto.
Con vestimenta elegante y perfectamente maquillada , Ida se acercó a recibir el trofeo. No quiso hablar demasiado porque sostuvo que su arte es escribir y no hablar. Sólo se limitó a decir que seguirá escribiendo "hasta que Dios" lo permita, y que ya está trabajando en su último libro, uno que hablará sobre cómo es la vida en el Hogar de Ancianos. Ida siempre escribió sobre las cosas buenas y malas que le tocó vivir. "Mi primer libro fue dedicado a mi hijo de 4 años que víctima de una encefalitis que lo dejó tirado en una cama. Logró salir, pero sólo sobrevivió hasta los 17 años. Me quedé sola, pero seguí refugiándome en la escritura. Hasta el día de hoy", sostuvo la escritora.
Tito Nigro, el otro abuelo homenajeado, también sigue haciendo caricaturas como cuando llegó a San Juan en el "70. Aunque con menos frecuencia que entonces cuando recorría los restoranes y canchas para retratar a quien estuviera dispuesto a pagar por su trabajo.
Tito dijo que, pese a la artrosis, se las arregla para hacer caricaturas y seguir teniendo un peso en el bolsillo. "No hago ninguna gratis porque seré viejo, pero no tonto. Aún voy a las parrillas para trabajar, pero hasta las 9 de la noche, hora en la que tengo que volver al Hogar donde vivo desde hace 11 años".
El único que tuvo que abandonar por completo su profesión fue Martín Pato Irrazábal, ex jugador de San Martín. El Parkinson y la amputación de su pierna derecha hicieron que se esfumara hasta su sueño de ser DT. Hoy se conforma con ver los partidos por televisión y opinar sobre algunos cambios. Sostuvo que hoy se juega por la plata y no por la camiseta del club.

