Colocaron varios metros de paño blanco alrededor de la estatua. Desde afuera sólo se escucha el sonido que producen los obreros con sus herramientas. No sólo están limpiando el excremento de palomas y la tarea no se reduce a pulir las placas de bronce. Lo que están haciendo en el monumento a Sarmiento, que está en la Plaza 25 de Mayo, sobre calle General Acha, es una obra que no tiene precedente en ese espacio público. Están construyendo un área ceremonial que servirá para darle más importancia al monumento y para que la gente pueda estar más cerca de él.

El monumento es una de las obras más impactantes de la plaza y en mayo próximo cumplirá 110 años desde que fue inaugurado. La mole es una obra de arte, producto de uno de los escultores más famosos del siglo XIX. Desde siempre, este monumento fue foco del vandalismo. Es por eso que a principios del 2000 decidieron colocarle rejas alrededor. Lo que harán ahora es sacar ese enrejado y colocar una cerca de forma circular, pero que abarcará además los canteros que están a los costados de la estatua, de tal modo que quede como un paseo independiente de la plaza.

De día, las rejas permanecerán abiertas para que la gente pueda acceder sin problemas, mientras que de noche, el cerco se cerrará, según dijeron desde la Municipalidad de la Capital, que es la que está encarando la obra. Además están revocando el pie de la estatua y están puliendo las placas de bronce. Para evitar que el excremento de paloma dañe la escultura, tienen que limpiarla una vez por mes.

Fue el mismo Sarmiento quien en vida dijo que quería su busto frente a la Casa de Gobierno, que antes estaba por la actual General Acha. Fue Víctor de Pol el escultor veneciano que se pasó dos meses haciendo el busto del prócer, convirtiéndose en el único artista que lo esculpió en vida, y lo hizo a pedido de Sarmiento. Hay quienes afirman que uno de los niños sería el nieto de Sarmiento.