Había pasado la medianoche cuando Lorena Paola Ramos hacía guardia en la Regional Sur, en Rawson, y escuchó el grito desesperado de una mujer que pedía ayuda. Rápidamente salió y la vio: llevaba a su bebé, quien permanecía completamente quieto, en brazos. La mujer policía lo tomó y empezó a darle asistencia, mantuvo esa acción durante minutos interminables hasta que la criatura comenzó a llorar.

Lorena con sus dos hijos de 9 y 4 años.

“Su mamá estaba desesperada y el niño se puso morado fue una situación difícil”, contó Ramos, de 33 años quien tiene 2 hijos, al recordar lo que sucedió anoche. Y agregó que “yo sólo me dediqué a atender al bebé - Javier Mercado de 11 meses-. Mientras tanto, mi compañera Flavia Castro llamaba a la ambulancia”.

Y agregó que “al escuchar el llamado, dos efectivos de la Comisaría 24ta se acercaron a la base. Rápidamente subí con el niño y la mujer al móvil e iniciamos el viaje a la Rotonda –Centro de Adiestramiento René Favaloro-. En ese momento el bebé se puso morado, pero segundos después largó el llanto”.

Al ver a los médicos, la Policía entendió que su labor había terminado y regresó a su puesto. “La verdad no sé cómo se había ahogado el bebé, lo que sé es que está bien”, contó. Y confió que es la tercera vez que le toca ayudar a una criatura con problemas de salud. “Hace 5 años que soy policía y esta es una de las tareas más satisfactorias”, reflexionó.