Hoy el patio de la Escuela Sixto Salinas de Rivera, en Carpintería, Pocito, se vestirá de fiesta y, también, de nostalgia. Para celebrar sus Bodas de Plata (25 años de vida) se pasará un video con el saludo de ex alumnos y se montará una galería de fotos para recrear en imágenes la historia de este establecimiento que nació y se equipó gracias a la iniciativa y sacrificio de los vecinos que hasta pusieron plata de su propio bolsillo para conseguir bancos y pizarrones. El festejo cerrará con un baile popular entre todos los presentes.

En 1984, los adolescentes del Barrio Chubut, en la localidad pocitana de Carpintería, cumplieron el sueño de cursar el secundario en una escuela propia y cerca de sus casas. Hasta el momento sólo quienes tenían un mejor nivel económico podían viajar 20 kilómetros para tomar clases en el colegio secundario, de doble jornada, ubicado en Media Agua. El resto, sólo podía cruzar los dedos para no perder la oportunidad de continuar con el estudio. Oportunidad que llegó por iniciativa y sacrificio de los propios padres.

"Fueron los papás, junto con el diputado departamental de ese entonces, quienes lucharon para que se construyera un colegio secundario en la zona -contó la actual directora del establecimiento, Susana Pizarro-. Y hasta eligieron la orientación comercial porque en esa época el Perito Mercantil tenía una buena salida laboral".

Según contó la directora, los padres y el funcionario presentaron su pedido reiteradas veces tanto en el Ministerio de Educación como en la Legislatura, hasta obtener una respuesta positiva. Aunque no del todo satisfactoria. El Gobierno cedió 2 módulos que habían instalado en el barrio con fines comerciales, y con muy poco espacio para que todos los chicos tomaran clases. Es por eso que allí sólo cursaron los alumnos de Primero a Cuarto año. Los de Quinto, lo hicieron en el salón de la unión vecinal.

"Además no se entregó ningún mobiliario -recordó Susana Pizarro-. Y también fueron los padres los encargados de amoblar la escuela. Además de los ahorros, las peñas y rifas para recaudar fondos, algunos fabricaron bancos de madera y hasta pizarrones. Prestaron sus máquinas de escribir para que los chicos practicaran Mecanografía, y los baños de sus casas para que los usaran los alumnos. Es por eso que destacamos que esta escuela nació y creció gracias a los vecinos".

En reconocimiento a los padres fundadores, el acto de hoy, que comienza a partir de las 10, se centrará en recordar los orígenes y evolución de la institución a lo largo de 25 años. Para ello, se proyectará un video con el saludo de ex alumnos y se exhibirá fotografías que resumen su historia en imágenes. Los festejos serán en el edificio donde, desde 1992, funciona la escuela, a 50 metros de aquellos módulos donde funcionó originariamente.