�Mientras ella habla, los chicos pasan de a uno por una mesa en la que les toman asistencia. Luego, esperan sentados en distintas rondas. Entre ellos se cuenta hasta cuatro equipos de mate.
Cuando están casi todos, los encargados de marcar la coreografía toman el micrófono. ‘Los Rafaeles‘, dice Alejandra Lloveras. Inmediatamente, un grupo de 10 chicos se acerca, la escucha y se retira a ensayar en otro sector. Entonces sí llama a los encargados de protagonizar la escena que se practica ese día. Es que todos los días se pasa 1 ó 2 escenas y los viernes llega el turno del ensayo general.

Todos toman sus sillas y las colocan formando círculos dentro del rectángulo amarillo. ‘Tómense las polleras‘, dice ahora Lloveras. En realidad, todos visten pantalones, pero la imaginación puede más y las chicas hacen la mímica sin inconvenientes.

En general cada artista va tomando conciencia del espacio, de a poco. Pero saben que la prueba de fuego previa a la presentación del próximo 25 de febrero, será el 13 de ese mes, cuando por primera vez se sumerjan en la escenografía real del autódromo.