Es el camino obligado de los corredores y ciclistas que hacen ejercicio yendo hacia el Dique de Ullum. Sin embargo, el primer tramo del lado Sur de la bicisenda de la Ruta del Sol no se puede recorrer, ya que está atravesado por ramas, árboles caídos y basura. Por eso, a los deportistas y a las personas que se mueven en estos vehículos de dos ruedas no les queda más que andar por la ruta junto con los autos.
Al transitar hacia el Oeste sobre la bicisenda, cuyo paso está abierto a pesar de que las obras en la ruta continúan, la primera barrera está a unos 600 metros de la calle Rastreador Calívar. Se trata de un árbol caído cuyo tronco cruza toda la senda. A partir de ahí se puede ver bolsas, ramas, hojas y basura de todo tipo que sacaron del canal y depositaron a la orilla del camino.
Otro árbol, un aguaribay, corta el paso más adelante. El árbol cayó y su copa abarca todo el pavimento de la senda destinada a las bicicletas. Y metros después se encuentra otro ejemplar en las mismas condiciones.
El mayor problema lo tienen los ciclistas que, sin conocer esta situación, inician su camino por la senda y se encuentran con los obstáculos de golpe. En esos casos, no les queda más que bajarse de la bici, levantarla, saltar el guardarrail y seguir adelante por la ruta. Mientras que, los ciclistas que ya conocen el estado del camino directamente deciden circular por la ruta.
Sobre la limpieza del lugar, el encargado de Obras de la Municipalidad de Rivadavia, Juan Carlos Allayme, comentó que “cuando las obras terminen, la limpieza de la bicisenda estará a nuestro cargo. Pero, como aún están trabajando en el lugar, nosotros no podemos ingresar con nuestros camiones a limpiar”. Y agregó que “de todas formas, estamos ansiosos esperando que termine la obra. Nuestra idea es colocar algunos aparatos para que, además de caminar y andar en bicicleta, la gente pueda detenerse a hacer ejercicio”.

