El Frente para la Victoria (FpV) logró en 2011 su más amplia victoria electoral desde su creación en 2003, al consolidarse como fuerza mayoritaria en todo el país, conquistar una mayoría parlamentaria e iniciar un tercer mandato presidencial, con amplia legitimidad de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

En las elecciones presidenciales, la fórmula que encabezó Cristina junto al entonces ministro de Economía, Amado Boudou, obtuvo un contundente respaldo en las urnas, conquistando el 54 por ciento de los votos, lo que la hizo la más votada desde el regreso de la democracia en 1983.

Nunca antes un mismo proyecto político había conseguido tres períodos presidenciales consecutivos en las urnas, y, a su vez, el FpV mostró un grado de representatividad que -con distinto grado- atraviesa a todos los sectores sociales y todas las regiones. Muy atrás quedaron los candidatos de la oposición, reflejado a simple vista por la amplia diferencia de 36 puntos porcentuales entre el oficialismo y el Frente Amplio Progresista (FAP).