Desde la empresa Flash, una de las compañías del rubro más importantes del país, se oponen a las leyes de antipirotecnia pues afirman que hay muchas familias que viven del rubro, que los heridos por la manipulación de fuegos artificiales son muy pocos comparados, por ejemplo, con los de accidentes viales y que las normas prohibitivas no reducirán los accidentes, sólo fomentarán la venta y uso de productos clandestinos.

‘La gente no va a dejar de usar pirotecnia por una ley, va a buscar petardos en forma ilegal y eso sí va a ser peligroso. Nosotros proponemos que haya campañas de prevención y concientización para manipular pirotecnia y que quienes tienen animales, los dopen o encierren en lugares seguros durante las noches de Navidad y Año Nuevo’, le dijo a DIARIO DE CUYO Diego Borrini, de Pirotecnia Flash.

Luz vs. sonido: ‘Los productos lumínicos son más sofisticados ya que trabajan con formas y colores y eso implica otra tecnología de fabricación, otros materiales y más tiempo. En cambio, producir una carga pírica bajo un ámbito de presión es algo que técnicamente es simple de conseguir. Eso sí, tenemos un tope del artefacto que más estruendo genera, como el mortero de 6 bombas de dos pulgadas, pero en cuestiones de fuegos artificiales luminosos las opciones son mucho más grandes y los costos pueden ser tan altos como la complejidad del producto y sus variaciones’, explicó Borrini, de Pirotecnia Flash.

Mientras que uno de los productos más onerosos de estruendo cuesta desde $250 (precio de fábrica), otro de características similares pero luminoso va desde los $350 o $400, graficaron.

Entre los elementos que no generan estruendo, hay varios de venta libre e incluso para niños. Por ejemplo, las estrellitas, bengalas y candelas, los aviones nocturnos y otros de mayor porte como las tortas de luz, los morteros de 100 luces o algunas cañitas voladoras. Desde el 20 de diciembre que se habilitó la venta y a continuación, algunos productos sonoros y lumínicos de libre comercialización (Fuente: Mini Mayorista).