Un número de rifa a cambio de ampliar las instalaciones de la escuela. Esa fue la motivación de los docentes y padres de la Escuela Agrotécnica de Zonda que sortearon, hace unos días, una canasta familiar para recaudar fondos para pagar la mensura de los terrenos que ocupa la institución. Lo que sucede es que para poder acceder a fondos de INET (Instituto Nacional de Educación Tecnológica), se les exige que el predio esté escriturado a nombre de la escuela. Aunque pidieron colaboración al municipio para afrontar el gasto, no tuvieron respuestas. Ahora, el Ministerio de Educación les prometió aportar los agrimensores. Desde sus comienzos, en 1999, la escuela pidió a préstamo a la Dirección de Protección al Menor los terrenos contiguos a sus instalaciones. Sin embargo, en lo legal, esa concesión de hecho de aproximadamente 9 hectáreas se convirtió en un obstáculo. ‘Hace un año, cuando intentamos presentar proyectos al INET para conseguir fondos para construir aulas, galpones e infraestructura para la granja, nos limitó un requisito. Nos pidieron que la escuela tenga los terrenos a su nombre. El diputado de Zonda, Isidro Loyola, hizo el proyecto de ley para solicitar el traspaso del predio, pero nos pidió que gestionáramos la mensura. Pedí ayuda al presidente del Concejo Deliberante de Zonda y al intendente Francisco Porras y nos dijeron que la municipalidad colaboraría con parte de los gastos, pero no pasó nada‘, dijo Tello. Desalentados, el director y los docentes compartieron la situación con los padres. Fueron ellos los que propusieron rifar canastas familiares para juntar el dinero para pagar los honorarios de los agrimensores. ‘Si bien no juntamos todo lo que necesitamos, que son $3.500, tenemos la mayoría. De todas maneras, seguiremos gestionando ayuda. Cuando se enteraron de la rifa, desde el Ministerio de Educación nos llamaron y nos prometieron que aportarían los agrimensores. Ojalá sea así‘, dijo Pedro Tello. Actualmente, la escuela ocupa 7 de las 9 hectáreas. Allí, hay plantaciones de hortalizas y forestales y se crían conejos, gallinas y cerdos. Al no poder edificar, los alumnos y profesores levantaron tinglados y precarios gabinetes para trabajar.