�Hasta ahora, el único sector en la provincia que estaba beneficiado con los alcances del convenio de Corresponsabilidad Gremial era el de las uvas para vinificar. El convenio entró en vigencia el 1 de febrero del 2012, con la idea de adecuar los procedimientos de recaudación y pago de los aportes personales y las contribuciones patronales de los trabajadores ocupados en la cosecha o recolección de uvas destinadas a la elaboración de vinos o mosto, tanto a los que se encuentran en relación de dependencia en la época de cosecha como a sus empleadores, los productores vitivinícolas.
Pero sufrió algunos problemas cuando el sector empresario representado por la Cámara Vitivinícola y la Federación de Viñateros denunciaron el acuerdo por diferencias con el régimen de la cosecha asistida, que reduce el número de cosechadores.