Guillermo Correa lleva toda una vida en General Sarmiento. Tiene 53 años y hace 35 que selló un fuerte vínculo dirigencial con el club de sus amores, que seguramente perdurará por un largo tiempo más. En el máximo logro de la institución, cuando en 1986 obtuvo el Torneo de Clubes Campeones, Guillermo fue una pieza fundamental porque se desempeñaba como secretario y a su vez como ayudante de campo del equipo. Y ahora, 30 años después, el dirigente atraviesa por su primera década como máxima autoridad del club y su principal objetivo es repetir aquella hazaña. "Lo del ’86 fue increíble. Haber salido campeón del torneo más federal de la provincia es una satisfacción muy grande, por eso no dejo de pensar en levantar nuevamente el trofeo", expresó.