El nuevo título que sumó anoche Centro Valenciano a su corta pero rica historia dentro del hockey sobre patines se debe, principalmente, a la capacidad de reinventarse. A no caerse ante la primera adversidad y también al hecho de haber contado con un plantel de grandes jugadores.

El inicio del torneo Preparación fue a contramano de lo que se esperaba de uno de los grandes candidatos. Sin los hermanos Garcés (Pablo y Juan Manuel) lesionados y con la incógnita de saber cómo iba a responder en el arco Miguel Martín luego que partieran Fraifer y Fernández, el de la Barraca largó torcido. Claro que antes de iniciar el certamen, el equipo de Darío Giuliani hizo mucho ruido con el pase más importante de los últimos años en el medio local: la llegada al club de David Farrán. Con el Colo como figura, sumado a la repatriación de Guillermo Babick, la máquina valenciana comenzó a tomar ritmo pasado el Ecuador del torneo. Y lo ratificó en el choque justamente ante el duro Estudiantil, por la quinta fecha, cuando lo venció a domicilio 4-3 y por eso superaba al Albiverde en el desempate olímpico. También demostró sus credenciales ante el actual campeón de la Liga Nacional, Unión, al que le dio una paliza al golearlo 5-1. La misma cifra que alcanzó anoche en su último partido (ante Concepción).

Valenciano festeja otra vuelta olímpica. La segunda en menos de medio año, sumando el Oficial doméstico del año pasado. Un gran equipo que hizo de la alquimia una declaración de principios.