Sin perder la sonrisa ni por un momento, Orlando Brizuela, un vallisto que desde hace 11 años sufría por una hernia inguinal producto de su trabajo, se sentó en la silla de ruedas y se dejó llevar por el enfermero hasta la puerta del flamante quirófano estrenado ayer.
Hasta allí lo acompañó su esposa, Josefa, tan ansiosa como él porque al fin le iban a operar esa molesta hernia cuyos dolores no lo dejaban en paz. ‘Ya no tenía posición, me dolía de cualquier manera. Es que son muchos años que la tengo. Ahora, aunque me tenga que cuidar, yo sé que voy a estar mejor‘, dijo antes de entrar al quirófano.
La buena disposición de Orlando fue, justamente, la razón por la que aunque no figuraba entre los candidatos a estrenar el quirófano del Hospital de Valle Fértil en el día de ayer, los médicos accedieron a hacer la cirugía. Y en vez de las 3 intervenciones programadas, se hicieron 4, porque la insistencia de Orlando convenció a los médicos de incluirlo en el programa de operaciones previsto para ayer, como primera jornada de trabajo del nuevo quirófano.
‘Me dijeron que si no me había hecho el electrocardiograma y los análisis no me podían operar, pero yo les mostré que ya me había hecho todos los estudios que necesitaba y les dije que estaba listo para el cuchillo‘, contó el hombre.
El quirófano del Hospital Alejandro Albarracín, inaugurado el 4 de abril pasado, no tiene nada que envidiarle a un quirófano del Hospital Rawson. Equipado con tecnología y aparatología de última generación, recibió los elogios del equipo que vino desde San Juan para realizar las operaciones: una modalidad que adoptó el ministerio para permitir que los habitantes de departamentos alejados no tengan que trasladarse hasta la capital de San Juan para operarse, sino que puedan hacerlo más cerca de su casa.
Cristina Riveros, madre de Juan Leonardo Chaves, otro de los pacientes que operaron ayer, explicó las razones de su satisfacción por haber podido hacer atender a su hijo en el hospital del pueblo. ‘Tengo 11 hijos, no podía irme a San Juan para operarlo a él y dejar a los demás aquí. Por eso es una bendición que lo hayan podido atender acá, tan cerca de la casa y la familia‘, aseguró.
Una historia parecida a la de Sebastián Cortez y Lucas Cuenca, los otros dos vallistos que ayer estrenaron el quirófano y solucionaron los problemas de salud que tenían. ‘La mejor parte de esto -evaluó el ministro Balverdi, al terminar la jornada- es la función social que cumple este quirófano, porque brinda la atención necesaria y adecuada a pobladores de la periferia, sin apartarse de su casa y su familia, dos factores importantísimos para la recuperación posterior‘.