San Juan, 24 de noviembre.- Desde hace ya tiempo un grupo de especialistas junto a estudiantes avanzados de doctorados en biología animal, vienen realizando estudios de campo sobre una de las aves que forman parte de la fauna de la provincia, el cóndor andino. Fue en este proceso de investigación que se logró captar en imágenes el momento de apareamiento del cóndor en su habitad natural.

“Este es un momento que no se había documentado antes en la provincia, los registros que hay, son de esta especie en cautiverio. Esto fue de suma importancia porque nos permitió conocer cuando comienza esta época en San Juan, ya que fue a fines de agosto casi dos meses antes de lo que se conocía por estudios que se realizaron en otros lugares del país”, expresó Verónica Cailly Arnulphi, quien se encuentra realizando su doctorado en la biología de esta ave de rapiña

Señaló que este estudio de campo en los que se realizan recorridos vehiculares desde la zona de Jáchal hasta todo el Valle, está bajo la dirección de Carlos Borghi, investigador independiente de INTERBIODES-CIGEOBIO/CONICET de la UNSJ, la codirección de Sergio Lambertucci, investigador asistente de INBIOMA/CONICET y la colaboración como asistente de campo de Edgardo Herrera, técnico en Áreas Protegidas de la Secretaria de Medio Ambiente. El objetivo que tiene es analizar el comportamiento de esta ave de rapiña, su conservación y para ello se están realizando diversos estudios en las zonas aledañas a la lomita conocida como El Calvario, a pocos kilómetros de Baldecitos, Valle Fértil. Actualmente, es el único grupo que encaró esta tarea.

Gracias a la intensa labor de los profesionales fue que se lograron captar las imágenes de estos cóndores el pasado 22 de agosto, en un cerro bajo casi a 1.300 metros sobre el nivel del mar y a 434 metros de la ruta 150. Según Cailly, esto no suele suceder muy seguido y lo que más sorprendió a los profesionales fue que este apareamiento se produjo a una altura muy baja de la habitual para estas aves.

“Encontrarnos con esto significó que están saludables y reproduciéndose y esto es vital ya que es un animal monógamo que se reproduce cada dos años, incluido el cortejo, apareamiento, incubación y levante del polluelo hasta su emancipación. Es decir que tienen una cría cada dos años”, explicó Cailly.

Actualmente, el cóndor que proviene de la familia de los “Cathartidae” junto a los jotes de cabeza negra y colorada y el carancho, es una especie que fue considerada “vulnerable” en Argentina, Chile y Bolivia. Es decir que esta a un paso de convertirse en un animal en extinción como ya lo es en Venezuela que no alcanzan a ser 50 las aves en todo el país. Mientras que en Valle Fértil hay una cantidad significativa para ser una zona muy poco habitual ya que se registraron 62 aves.

“El hecho de que aún no sea una especie en peligro, no significa que debemos dejar de preocuparnos y ocuparnos. Las principales causas de muerte en la provincia son por intoxicación por plomo, por electrocución con los cables de alta tensión y la caza furtiva”, dijo la joven.

Contó dos casos que se registraron en la provincia en los últimos meses como fue cuando se rescataron a un par de cóndores que estaban intoxicados por plomo y otro que terminó electrocutándose con unos cables de alta tensión cuando descendió para alimentarse en la zona aledaña a Las Tumanas en el Valle.

Finalmente, la especialista admitió que lo más dificultoso de este trabajo es costear el equipamiento para su estudio de campo ya que aún no cuentan con el recurso de los GPS solares como los que se están utilizando en la Patagonia y otros instrumentales que facilitarían aún más esta investigación.