A la Quebrada de las Golondrinas sólo se llega caminando. Hay que hacer trekking durante más de 2 horas. En el camino se puede ver enormes árboles, animales de
granjas y hasta algunos ríos. Este paradisíaco lugar es en Astica, Valle Fértil. Ahora, un grupo de vecinos de esa zona busca explotarlo turísticamente. Para eso hicieron una expedición piloto para poder mostrarles a las autoridades municipales los atractivos que hay en el lugar, con el fin de conseguir ayuda.
Según los vecinos de la zona, el lugar es muy conocido por la gente del Valle y por personas que buscan la aventura y nuevos sitios para descubrir. Ahora pretenden hacer un proyecto para poder financiar estos traslados. Es que si bien aún no averiguaron cuánto se puede cobrar para hacer este tipo de visita, aseguraron que se debe hacer de manera guiada (por personas idóneas) y con buen equipamiento, pues el lugar presenta algunas dificultades.
Necesitan sogas, bastones de trekking (para ayudarse en la caminata) y hasta algunas mulas para poder trasladar bebidas y comidas. Según explicaron la expedición que ya realizaron, fue con el objetivo de mostrar este rinconcito del Valle.
Además de la explotación turística, buscan que esta quebrada sea conservada como está. Pues el lugar es muy poco explorado y transitado por personas. Es por esto, según contaron, que hay muchas especies de animales que se atraviesan por el sendero. Sobre todo aves y cabras, con las cuales es imposible mantener contacto. Dicen que el lugar es ideal para el turista que busca hacer actividades al aire libre y en contacto con la naturaleza.
Caminos angostos y llenos de vegetación conducen hasta la cascada de Las Golondrinas, que lleva este nombre porque en el verano es habitual ver estas aves. Piedras y arbustos son las primeras imágenes que se ven al adentrarse por esa huella, en la que sólo se escucha el viento y sonido de algunos animales.
Los brazos del Río Astica llevan agua totalmente cristalina y hacen que el lugar sea un paraíso para disfrutar sin parar. De hecho hay varios puntos en los que el camino se pierde y hay que cruzar caminando estos causes de agua para poder continuar. Hay sectores, según los vecinos, que se tienen que atravesar sosteniendo una cuerda pues el agua pasa con fuerza y es peligroso. Los vecinos expedicionarios contaron que el lugar es de difícil acceso, pero aseguran que vale la pena el esfuerzo. Es que la naturaleza se puede percibir a pleno, a pesar de que hay sectores en los que hay que subir pendientes muy empinadas. A pesar del cansancio aseguraron que la belleza del paisaje da fuerzas para seguir caminando, sobre todo al llegar a la cascada, que es indiscutiblemente la gran atracción. Esta caída de agua tiene una altura aproximada de 20 metros y está a una temperatura ideal (ni caliente, ni helada). Junto a ella un lago de poca profundidad y cristalino hacen que el lugar convierta en un balneario totalmente tranquilo y natural.

