San Juan, 30 de diciembre.- Otra vez los vecinos del distrito jachallero de San Roque se hicieron escuchar por un reiterado problema que los aqueja: agua de mala calidad producto del arsénico que contiene y, por estos días de calor extremo, en bajísimos volúmenes. Esta mañana, entre las 7,30 y las 11, unas 70 personas cortaron por completo la Ruta 40 y 150 a la altura del empalme, para reclamar sobre la situación que atraviesan y que en los últimos días ha generado que en algunos domicilios no salga "ni una gota de agua".
Si bien terminaron la obra del acueducto para llevar agua de la planta potabilizadora de San José y luego mezclarla con agua de la zona, lo que bajaría los niveles globales de arsénico que lleguen a cada casa, en la práctica los vecinos siguen disconformes con que deban beber agua de reducida calidad.
Desde el Municipio jachallero afirmaron que el martes la gente de OSSE se reunirá con los vecinos para explicarles "cómo, cuándo y en qué tiempos tendrán una solución de fondo al problema". En rigor, se trata de un acueducto de mayor dimensión que, además de aumentar el volumen de transporte, no haría falta que sea mezclada esa agua.
A casi 3 meses del drama que se desató en San Roque por el agua con niveles de arsénico más altos que lo permitido, los vecinos de ese pueblo jachallero de a poco se van sintiendo más tranquilos. Es que terminaron la obra del acueducto para llevar agua de la planta potabilizadora de San José y comenzaron con las pruebas técnicas, por lo que al lugar empezó a llegar líquido no contaminado. Y si bien OSSE está tratando de solucionar los problemas de presión que se presentaron, en San Roque ya se ilusionan con volver a la normalidad con el servicio de agua potable, olvidarse del arsénico y de la asistencia en camiones cisterna por parte de la Municipalidad.
La obra que se hizo
El nuevo acueducto comenzó a construirse en noviembre y se trata de una cañería de 1,5 kilómetros que va desde una terminal ubicada en la zona de El Rincón hasta San Roque. Como precisamente es una terminal, el caño en esa zona tiene un diámetro de sólo 75 mm (y no 160 mm como en el resto de la villa cabecera), por lo que tuvieron que instalar una estación de bombeo. El acueducto va directo a la pileta de la planta potabilizadora de San Roque y desde ahí, a través del sistema de bombeo propio, empezó a ser distribuida a los 500 habitantes del pueblo.
Caso resonante
El caso del agua contaminada de San Roque salió a la luz luego de que una vecina envió una muestra a Buenos Aires y determinaron que el líquido, proveniente de una perforación en el pueblo, contenía mayor cantidad de arsénico que lo que establece el Código Alimentario. La mujer entonces acudió al Juzgado Letrado de Jáchal, que luego intimó a la Municipalidad de Jáchal y a OSSE a llevar agua potable al pueblo en camiones. Igual, por miedo, los vecinos empezaron a tomar agua del canal. Por eso que a fines de octubre, el Gobierno provincial decidió construir el acueducto.