“Yo estaba entrando al curso y la vi. Estaba a un poco más de un metro de distancia. Me miró, tiró el semicírculo de plástico y me pegó en el ojo”, contó Florencia Merino (13) tocándose el parche que le colocaron después de operarla. La joven fue agredida el jueves pasado, durante el recreo, en su curso de la escuela Dante Alighieri. Quien la lastimó fue una compañera que, según la chica contó, la hostiga desde que ingresó al colegio, en junio del año pasado. El caso salió a la luz ayer y, a pesar de que el director de la institución aseguró que se trató de un accidente, los padres de Florencia están seguros de que en realidad es un caso de bullying.
Florencia se levantó ayer por la tarde por primera vez desde que llegó a su casa tras la operación en la que trataron de reconstruirle el ojo y le cosieron el corte de 13 cm que le dejó el golpe del transportador. Desde el sillón de su comedor y acompañada por sus padres, relató que “ella -por la compañera que la agredió- molestaba a otra compañera, pero cuando entré a la escuela me agarró de punto. Me insultaba, inventaba cosas para que mis compañeros se enojaran conmigo, me cortó el pelo dos veces, escupió un dibujo que hice y hasta me puso un parche con corrector en la frente en medio de la clase. Después yo fui al baño para limpiarme y vi que me miraba por el agujero de la puerta y se reía. Por eso, yo le tenía miedo, era agresiva conmigo”, contó la chica. Y agregó que “yo le preguntaba: ¿Por qué me hacés esas cosas? Y ella sólo se reía”.
A pesar de esto, Florencia no quería hablar con los profesores, tenía miedo a quedar mal con sus compañeros. Tampoco permitió que sus padres hablaran con las autoridades, aunque Fernando Merino, su papá, sí había alertado a la madre de la alumna agresora. “La vi en una reunión y le comenté lo que estaba sufriendo mi hija. No sirvió de nada. Tendría que haber hecho algo más”, reflexionó Merino. Y contó: “todavía no sabemos en qué estado va a quedar el ojo de mi hija. El golpe afectó su córnea, el iris y el cristalino. Además, el ojo se vació al perder líquido”. Eso, justamente fue lo primero que notó la nena. Es que tras el golpe fue al baño a limpiarse pero cuando vio que le salía un líquido mezclado con sangre se asustó y buscó al director. Ahora, Florencia debe esperar 40 días para saber qué tendrán que hacerle en la próxima operación con la que pretenden salvar su ojo.
“No me interesa decirle nada a mi compañera. Sólo me gustaría que, al menos, la cambien al otro curso, para no tener que verla”, dijo, sin rencor, la estudiante. Y agregó que “lo único que quiero es seguir con mi rutina. Ir a la escuela, a hockey, a inglés y retomar las clases de clásico”.
A LA JUSTICIA:
Ayer, el director de la escuela, Emmo Dall Acqua, aseguró a los medios que el caso fue accidente: “Se trató de algo fortuito”, dijo. Sin embargo, la familia de Florencia dijo que realizarán una denuncia penal contra la escuela, ya que esperan que se la institución tome una medida con la alumna agresora. Mientras que desde el Ministerio de Educación no quisieron hablar sobre el caso.