Nació el día de Santa Rosa. Fue bautizada, tomó la Primera Comunión y hasta se casó en el templo en el que se venera a la santa. Y como si fuese poco, su madre le puso Rosa. Desde que era una niña, Rosa Gómez se acostumbró a colaborar para la celebración de las patronales más importantes del departamento 25 de Mayo. Ahora, a punto de cumplir 67 años, la mujer forma parte de un coro que se armó para cantarle a la patrona del departamento, hoy en su día.

La veneración a Santa Rosa forma parte de la historia del pueblo veinticinqueño. Rosa, como el resto de sus vecinas, no se encuentra ajena a esta realidad. Aún antes de que aprendiera a caminar o a decir algún rezo, su madre ya la llevaba a la iglesia. Y tiene en sus recuerdos cada 30 de agosto vividos en el lugar. No sólo porque es su cumpleaños, sino porque además es un día de fiesta para todo su pueblo. Una fiesta que desde muy chica comenzó a organizar. "Es una cuestión de costumbre y un ritual familiar. Como nací y crecí muy cerca de la iglesia, me acostumbré a participar de todas las actividades y de ayudar a prepararlas", dijo Rosa. Durante muchos años la mujer formó parte de Cáritas y fue una de las que movilizó al pueblo para que se volviera a construir la parroquia que el terremoto del "77 dejó casi en el suelo.

La inauguración del nuevo templo, a principios de los "90, fue uno de los momentos más felices para esta mujer. "Fue ver plasmado el trabajo de todo un vecindario que es muy creyente", contó Rosa. Una alegría que dice, se reaviva cada año con la celebración que se organiza a fines de agosto en el departamento.

Cocinar pasteles, organizar las novenas, y ahora armar todo para los cantos que se realizarán el próximo lunes. Rosa, no concibe un día de su vida sin realizar una actividad que esté relacionada con la santa. Una tarea que comparte con el resto de su familia, que también es devota. Rosa bautizó a sus hijos en ese templo y recibió en más de una oportunidad la tradicional bendición por estar embarazada.

Para rosa estos días son de mucho trabajo, pero dice que vale la pena porque es un momento de reencuentro familiar porque vienen parientes de distintos puntos de la provincia a participar de la celebración. Esto es lo que moviliza a la mujer a trabajar por la santa durante todo el año.