En agosto de 2007, las 144 familias que vivían en el asentamiento conocido como villa Matadero vieron caer sus ranchos, mientras los trasladaban a los barrios Franklin Rawson, Fortabat y Alamedad, en el departamento Rawson. Los vecinos que habitaban en esta villa habían cortado la ruta (muy próxima al asentamiento) en varias oportunidades, reclamando viviendas. Por esta razón, se anunció que el terreno iba a ser cerrado de inmediato, pero esto no se llevó a cabo.

En el predio quedó gran cantidad de escombros y según los vecinos, es frecuente que lleguen camiones no identificados a descargar basura de todo tipo, por el fácil acceso que hay al baldío.