A casi dos semanas del accidente y con los resultados de unos estudios que dicen que no hay restos de contaminación, de a poco volvieron los vecinos a sus casas de la Villa Paolini, Pocito, tras la explosión de un tanque con anhídrido sulfuroso de la bodega Cooperativa Andina Limitada. Pero el regreso vino acompañado aún del miedo a la intoxicación y la preocupación por las dos vecinas que siguen internadas, una en estado delicado.

Los vecinos que tras la explosión se habían refugiado en viviendas de familiares, ya habitan de nuevo sus casas; mientras que quienes se alejaban durante horas del lugar ahora pasan más tiempo en sus hogares, contaron los habitantes de Villa Paolini. ‘Yo estuve en la casa de un familiar, pero volví ayer (por el jueves). Igual, nos quedó el miedo de que algo malo siga en el aire’, contó Elvira Salinas, quien vive por calle Libertad, junto a la bodega.

Teresa Olivera estuvo pasando varias horas del día en lo de su hermana de Rawson, para no estar cerca de la bodega, pero ya se instaló con su marido en su casa. ‘Igual, siento dolores en el pecho, la cabeza y me arde la vista, que antes de la explosión no sufría’, relató.

La Secretaría de Ambiente realizó mediciones en seis puntos de Villa Paolini, tanto en el aire, el suelo como en el interior de algunas viviendas. Fue un monitoreo de varias horas, que reveló que los valores hallados de ácido sulfúrico son menores a 0,002 partes por millón (ppm), es decir, dentro de lo normal; mientras que los de dióxido de azufre son inferiores a 0,005 ppm, también en el rango normal, informaron desde la Subsecretaría de Desarrollo Sustentable.

‘Nosotros también volvimos de una tía, porque necesitábamos estar en nuestra casa, pero esta explosión nos cambió la vida. Mi hermana aún está internada y sigue grave’, contó Tamara Galleguillo. Su hermana Rocío es una de las dos personas que continúan hospitalizadas, de los 15 heridos que dejó la explosión. Rocío tiene sus vías respiratorias afectadas y está en terapia intensiva del Marcial Quiroga. Su vecina, Yanet Tejada, también está internada y su familia es la única que aún no habita su vivienda, por el temor que les genera la bodega ubicada justo enfrente de su casa.