"Diga que somos de la única universidad del país donde se puede estudiar Gestión Cultural como licenciatura", anunciaba a viva voz una treintena de jóvenes estudiantes de la Universidad 3 de Febrero, de la provincia de Buenos Aires, mientras esperaban su almuerzo en un break de la primera jornada del Tercer Congreso de Cultura. Aprovechando el sol del mediodía, reponían fuerzas y energía calórica mientras programaban qué hacer con el tiempo libre: y el plan más votado fue, sin duda, visitar alguna bodega para degustar vinos locales.
"¿Es cierto que hay una bodega adentro de una montaña?", preguntó una chica, dispuesta a dirigirse a Rivadavia para comprobar con sus propios ojos lo que alguien le había contado. "¿Hay bodegas por acá cerca, que podamos ir caminando?", interrogaron otros. A pocos metros de allí, todavía maravillados por haber podido ver en vivo y en directo cómo se trabaja en el taller del Museo de Ciencias Naturales para hacer réplicas de dinosaurios, tres directores de cultura porteños afirmaron estar maravillados con San Juan. "Está todo tan lindo, que nos falta tiempo para seguir recorriendo. Queremos ir a alguna bodega, aunque sea para mirar, porque los que fueron vinieron muy contentos", contaron.
Mientras buscaban un lugarcito para tomar sol y mirar artesanías, dos jóvenes marplatenses también se anotaron para el tour bodeguero. "Si le digo a mi novio que vine a San Juan y no fui a conocer ninguna bodega, me mata", dijo riendo una de las jóvenes, quien aseguró que ya había comprado souvenires etílicos para su familia y compañeros de trabajo. Otro señor, que no dejó nada por fotografiar, preguntó dónde se podía comprar vino para llevar de regalo a su provincia de origen, Córdoba.
Desde el Museo y Bodega Graffigna, la encargada de visitas guiadas, Ana Laura, aseguró que desde el miércoles aumentaron las visitas de grupos que vinieron al Congreso de Cultura. "Por no tratarse de temporada alta, nos sorprendió la cantidad de gente. La gran mayoría son asistentes al Congreso de Cultura y por eso, les hemos preparado un espectáculo de piano-bar. Hoy -por ayer- vamos a brindarles una degustación de Malbec tardío con bombones de chocolate", dijo.
En los negocios de artículos regionales, la historia era la misma. "Lo más llamativo -dijo una vendedora- es que piden vinos específicos, porque se ve que se han informado sobre lo que quieren comprar".

