Si bien, autoridades del Ministerio de Educación y el director de la escuela en la que el jueves pasado se vivió una batalla campal, luego de que la madre de una alumna golpeara a una maestra, coincidieron en que la violencia y la mala conducta de los alumnos de la escuela Paso de Valle Hermoso, de Chimbas, es moneda corriente, están en desacuerdo en cuanto al tratamiento que se le dio al último hecho de violencia en el establecimiento. Mientras las supervisoras que están estudiando el caso aseguraron que el director Edgardo Sánchez, actuó mal, éste dijo que viene pidiendo ayuda desde hace años y nunca tuvo respuestas concretas por parte del Ministerio de Educación.

Ayer, dos supervisoras y el director se reunieron en el edificio escolar para ver qué medidas tomar. “Estamos analizando lo que sucedió para ver cómo vamos a trabajar de ahora en más. Como estamos ante una comunidad vulnerable necesitamos generar una relación amistosa entre los padres, docentes y directivos. Además, se está trabajando para crear un gabinete multidisciplinario que atienda a todos los alumnos”, comentó Ana Paredes, una de las supervisoras. Y agregó que “en cuanto al caso de la joven cuya mamá agredió a la docente, estamos analizando cómo sucedieron los hechos, ya que el director no estaba en la escuela en el momento en el que sucedieron. Además, tenemos que ver cuántos años tiene la alumna. Ya que, según la normativa, no puede haber niños de 15 años o más en una escuela primaria. Y en realidad no sabemos la edad de esta alumna porque el director no llenó su registro”.

Por su parte, el director del establecimiento dijo que “hace 3 años que estoy pidiendo que se cree un gabinete psicopedagógico permanente en la escuela, pero nunca tuve respuestas. Nosotros somos docentes, no psicólogos. Cuando permitimos el ingreso de esta alumna -en mayo de este año- su mamá me dijo que tenía 13 años, no 15. Después, no me trajeron los papeles. Yo trabajo solo, no tengo vicedirectora ni secretaria, no puedo con todo”.

En cuanto a haber estado ausente cuando se produjo el hecho de violencia, una situación que no aprobaron las supervisoras, Sánchez comentó que “había ido al Obrador Central a pedir que arreglen los enchufes, porque hay cables sueltos con los que los chicos podrían accidentarse. Además, fui a solicitar que traigan las pantallas para calefaccionar las aulas, ya que después de varios pedidos logré que trajeran algunas, pero aún faltan la mitad”.

Ayer, la escuela estuvo prácticamente vacía. Después de haber tenido que ser recluidas en otro establecimiento educativo porque la Policía temía que también fueran agredidas, la mayoría de las maestras de la Paso de Valle Hermoso decidió no ir a clases. Sólo se presentaron a trabajar las docentes del Nivel Inicial y las de 4to y 6to Grado. También estuvieron ausentes muchos de los alumnos. Por su parte, Analía Matarazzo, la maestra agredida, se presentó en el Ministerio de Educación para hablar con las autoridades. Según había informado, la maestra iba a pedir que la trasladaran a otra escuela, por temor a represalias. Al cierre de esta edición, no se sabía qué decisión iba a tomarse con la docente.

El hecho que hizo salir a la luz la situación que se vive en esta escuela ubicada en la zona del barrio Los Cardos y la Villa Paula, se produjo anteayer, cuando Matarazzo impidió el ingreso de una de sus alumnas a clases porque debía asistir con su madre debido a su mala conducta. La joven regresó más tarde con su mamá, Paola Silva, quien tomó del cuello y golpeó a la docente en el aula, frente a todos sus alumnos. Fue ahí cuando otro grupo de docentes tuvo que intervenir para separar a las mujeres. Luego, cuando la Policía intentaba llevarse a la agresora, su hija subió al techo del patrullero y comenzó a saltar, por eso, decidieron detenerla a ella también. El problema no terminó allí. Es que vecinos de la zona y padres de otros alumnos de la escuela, atacaron al patrullero y a los efectivos de la Policía para evitar que se llevaran las mujeres hasta la Comisaría 17ma, donde estuvieron hasta ayer.