Ubicada durante muchos años en la escala de los hechos menos relevantes de la historia argentina, la batalla de la Vuelta de Obligado (también conocida como Guerra del Paraná) significó la caída de un proyecto conquistador. El resultado del enfrentamiento entre las tropas de la Confederación Argentina y la flota anglofrancesa, el 20 de noviembre de 1845, sobre las barrancas del Paraná fue el adiós al proyecto de crear la República de la Mesopotamia. En el Día de la Soberanía Nacional, por el que se estableció el feriado de mañana, la intención es recordar el valor de una gesta que le costó la vida a argentinos y extranjeros, casi por igual.

El paraje de la Vuelta de Obligado (Buenos Aires), fue el lugar elegido por las modernas flotas inglesas y francesas para liberar al territorio argentino de la tiranía de Juan Manuel de Rosas. En realidad, detrás de esa intención expresa se escondía el propósito de debilitar a la Confederación Argentina y acentuar la secesión de la Banda Oriental.

De lograr la victoria, un proyecto más ambicioso se fortalecería: fundar la República de la Mesopotamia, y hacer del río Paraná una zona internacional de navegación libre.

A pesar de la disparidad en las tropas, ya que las flotas anglofrancesas contaban con la tecnología más avanzada de la época, la batalla fue pareja. Rosas encargó frenar el avance de los invasores al general Lucio Mansilla que ingenió la estrategia de retardar la llegada de las naves y trató de causarles el mayor daño posible. Para poder hacerlo, era clave el sector de Vuelta de Obligado, ya que el río se angostaba a 700 metros.

Los combates en tierra dejaron numerosos heridos y muertos, tanto en un bando como en otro. De acuerdo a los registros históricos, la batalla comenzó a las 9 de la mañana y al atardecer, aún seguían los enfrentamientos. Debido a los graves daños en los barcos y a las pérdidas humanas, la flota enemiga decidió emprender su retirada.

Al abandonar las costas del Río de la Plata, cumplió con la imposición de disparar 21 cañonazos en desagravio al pabellón nacional y así, quedaron truncos sus proyectos.

La victoria del patriotismo

Las principales desventajas de las tropas argentinas frente a sus enemigos se referían a lo material. Los invasores tenían modernas bayonetas y llegaron a las costas argentinas a bordo de barcos de guerra a vapor equipados con cañones estriados de carga posterior.

Al comenzar el conflicto, los principales jefes argentinos fueron los primeros heridos en combate y pelearon de igual a igual con el resto de los soldados a sus órdenes.

Algo que remarcan las crónicas de la época son los gritos de ‘Viva la Patria‘ que se repetían en medio del combate. Además, la banda de música del Regimiento Nº 1 de Patricios, tocó el Himno Nacional Argentino que fue coreado a gritos por los argentinos sobre todo cuando los extranjeros se rindieron.