Un año después de que se anunciara que la loma del oratorio de la Difunta Correa iba a ser parquizada, el pasto comenzó a teñir de verde el lugar. Tal es así que el paisaje en el ascenso de los devotos por la escalinata tiene otro aspecto. La parquización fue hecha para mejorar la estética del lugar.
Si bien en un primer momento habían prometido que el pasto comenzaría a notarse durante la primavera pasada, el lugar ya luce distinto. En varios sectores el aspecto agreste quedó en el pasado, y entre las casas de madera o cartón que los devotos le dejan a la Difunta para agradecerle, el verde se deja ver.
La obra comenzó en el último trimestre del año pasado. Lo primero que se hizo fue la instalación del riego por goteo a lo largo de toda la loma. Desde la Administración dijeron que esta obra fue encarada con dinero que los fieles dejan en el oratorio y con mano de obra del lugar, por eso no supieron calcular cuánto costó todo. Además de la colocación de pasto, dijeron que plantarán palmeras y arbustos de porte pequeño para cambiarle totalmente el aspecto.
La iniciativa de forestar y darle más verde al complejo viene de hace unos años y de hecho en octubre de 2011 fue inaugurado el Bosque del Bicentenario, en el que aprovecharon cerca de 17 hectáreas para plantar 3.000 árboles.
La parquización no fue la única obra que se hizo para mejorar el lugar para estas vacaciones. Se pintaron los cordones de la calle y se colocaron nuevas barandas en las escalinatas, entre otras.