Avance. Yuliana, o Astrid, su nombre artístico, priorizó en varios pasajes de la entrevista en reclamar inclusión laboral y accesos a viviendas para toda la comunidad.

 

Aunque todavía deba soportar los dolores del posoperatorio, Yuliana se siente bien. Dio un paso muy importante en su búsqueda personal, que significó también un hito para los transexuales sanjuaninos, al convertirse en la primera mujer trans en someterse a una orquiectomía en un hospital público local.

La intervención ocurrió el pasado 12 de junio y hoy está esperando terminar de recuperarse para retomar sus tareas de peluquería y masoterapia.

La orquiectomía consiste en la extirpación de los testículos y Yuliana (también conocida como Astrid Glam) aseguró que más allá del propósito estético, la principal ventaja es la disminución en la intensidad del tratamiento hormonal al que se somete desde hace 9 años, para que su cuerpo se asemeje más a su identidad sexual.

 

En el hospital se portaron súper bien, desde que comenzó la idea en septiembre.
YULIANA

En esa búsqueda, Yuliana aspira a una vaginoplastia, que hasta el momento es inalcanzable. En septiembre del año pasado apareció esta solución intermedia y luego de realizar todos los trámites correspondientes, incluidos estudios genéticos y psicológicos, llegó la intervención quirúrgica. "En el hospital me dijeron que iba a ser la primera mujer trans en operarme en el sistema público. Reconozco que es algo que me llena de orgullo y ojalá que sirva para cosas más importantes", afirmó Yuliana, quien agregó: "El tema de la inclusión laboral y el de acceder a una vivienda es una necesidad colectiva actual de toda la comunidad LGBTQ (lesbiana, gay, bisexual, transgénero, y queer -en proceso de averiguarlo-).

"Siempre busqué mi felicidad, sin dañar a nadie. Quedó atrás la etapa en que dejé cosas de lado por miedo a mostrarlas. Hoy me doy cuenta de eso. Me miro, me siento bien y todavía quedan muchas cosas por hacer. El pasado deja huellas pero hoy me siento bien", indicó Astrid.

En un veloz repaso por su vida, la protagonista de esta historia afirmó que a los 5 años entró en conflicto su identidad con su cuerpo. En el último año de la escuela secundaria fue cuando comenzó a definirse y trabajando en Iglesia fue que un día decidió empezar a mostrarse como se sentía. Su seguridad en sí misma la llevó a encarar todos los procesos del cambio. Pero sabe que el camino por recorrer aún es largo. "La inclusión es algo por lo que hay que seguir trabajando", insistió.