Hace 14 años, DIARIO DE CUYO publicó una nota sobre que ganó un premio internacional con un documental que realizó sobre el Cruce de Los Andes que realizó en 8 ocasiones. Hoy, vuelve a ser protagonista de otra publicación pero, esta vez, por el difícil momento que vive. Se trata de Walter Atampiz, camrógrafo de 47 años, al que le amputaron los dedos del pie derecho y la pierna izquierda por causa de la diabetes. Ahora pide ayuda para mejorar su calidad de vida.

No puede contener las lágrimas al hacer un repaso por su trayectoria laboral y al verse, ahora, en una silla de ruedas, tras sufrir la amputación de la pierna hace poco más de un mes. Es que desde entonces, su vida cambió por completo. ‘Fui camarógrafo de canales nacionales, de la mayoría de los canales locales, de Presidencia de la Nación, de Gobierno de San Juan, gané un Martín Fierro con un noticiero local y el Premio de Río de Janeiro con un documental del Cruce de Los Andes que hice. Y terminé así’, dijo Walter señalando la silla de ruedas.

Debido a la amputación, se redujeron sus posibilidades laborales. Por ahora sobrevive con la pensión por discapacidad que comenzó a cobrar cuando le amputaron los dedos del pie derechos y con las ganancias de un programa radial que pone al aire de lunes a viernes. Pero, los recursos que obtiene mediante estas dos opciones no fueron suficientes para poder mantener el alquiler del departamento donde vivía, pagarle la cuota alimentaria a su hijo de 13 años, y cubrir las necesidades básicas. ‘Hasta antes de que me amputaran la pierna cubría eventos sociales, pero después perdí esa fuente laboral. Tuve que venir a vivir a la casa de mi hermana, complicándole más su situación. Pero, es que no me alcanza la plata para alquilar. Necesito una casa con baño para discapacitados para poder ingresar con la silla’, dijo el hombre.

Walter contó que ya acudió a diferentes áreas de Gobierno y al municipio de Rawson, departamento donde vive, para pedir asistencia con ayuda y una vivienda, pero que sólo consiguió ‘un bolsón de mercadería para diabéticos’. ‘El médico me dijo que voy a poder usar una prótesis para poder caminar. Ya la tramité en el Ministerio de Familia, pero no sé si llegue a estar en condiciones de usarla porque previamente tengo que hacer todo un proceso de rehabilitación y preparación, pero no tengo los $30.000 para ir en remís una vez a la semana hasta el Hospital Marcial Quiroga para hacerlo’, dijo Walter.

Hace 15 años, este camarógrafo cubría en el Hospital Marcial Quiroga una conferencia de prensa para un noticiero local sobre las actividades programadas en el marco del Día Mundial de la Diabetes. Y fue en este marco que descubrió que era diabético. ‘Cuando mi compañero periodista le preguntó al médico cuáles eran los síntomas de la diabetes y el doctor los empezó a enumerar, me di cuenta que yo los tenía todos. Después de eso fui al médico y me hicieron los análisis. Me diagnosticaron diabetes’, dijo el hombre.
Con medicación y luego con insulinas, Walter sobrellevó bien la enfermedad, aunque descuidó sus pies, una de las zonas más vulnerables de los diabéticos. ‘Hacía mucho frío y me calenté los pies en la estufa. El calor me formó ampollas sobre el empeine del pie izquierdo que luego se transformaron en úlcera con una infección que había que detener antes de que llegara a los riñones. La única forma era amputar la pierna’, dijo el camarógrafo.

