No son madre e hijo, pero no se separan desde que los rescataron del infierno. Se trata de una yegua y de un potrillo que fueron salvados de los maltratos y del riesgo de ser faeneados, tras un allanamiento que realizó la policía en un finca de Albardón donde encontró una fosa llena de cadáveres de animales. Ambos equinos fueron trasladados a la sede de Mundo Patitas donde recibieron atención, tratamiento y cuidados. Desde la ONG dijeron que los dos están ‘en perfercto estado de salud’ y espera de que los adopten.
Luciano Castro, al frente de esta ONG, dijo que puso a ambos equinos en adopción porque están ‘completamente recuperados’ y porque necesita recuperar espacio para albergar a otros animales de esta especie rescatados. ‘Somos una ONG que rescata y cuida a los caballos maltratados, pero no tenemos tanto espacio para albergarlos. Por eso, cuando se recuperan y tenemos el visto bueno del veretinario, les buscamos nueños dueños’, dijo Castro.

El hombre dijo que tanto la yegua como el potrillo llegaron a Mundo Patitas en muy mal estado, con desnutrición y deshidratación. Que de inmediato recibieron atención veterinaria y comenzaron con un tratamiento a base de suero, vitaminass y alimentación balanceada con alimento y pasto. También agregó que la recuperación fue bastante rápida, gracias a los cuidados recibidos. Cabe recordar que el allanamiento tras el cual fueron rescatados se realizó en agosto pasado, y ya están completamente recuperados.
‘Buscamos una adopción responsable que va a contar con un contrato legal, ya que ambos son animales judicializados. Queremos que los adopte una familia que tenga casa quinta, finca o un espacio bastante amplio y cerrado para que correr y disfrutar de la libertad alejados del peligro’, dijo Castro, quien agregó que los interesados en adoptar a los equinos, preferiblemente a ambos, pueden dejar un mensaje a través de las redes sociales de la ONG.
Castro dijo que cabe recordar que el potrillo que está en estado de adopción era hijo de una yegua que, tras el allanamiento, los uniformados encontraron tirada en un descampado y aún con signos vitales. Por desgracia, debido a su estado de maltrato irreversible, los profesionales tuvieron que sacrificarla.

