Un perfume posee una estructura dividida en tres partes: las notas altas (que al ser más volátiles se perciben inmediatamente); las notas medias o corazón del perfume (más voluptuosas, aparecen al cabo de 10 minutos) y las notas bajas (las más pesadas y tenaces, que son las que fijan el perfume). Se conoce el verdadero olor de un perfume una hora después de aplicarlo, cuando todas las notas salen a la luz.
Hay mucha gente que es fanática de un perfume en particular y lo usa durante todo el año, pero las firmas continuamente presentan nuevos productos, por lo que en ocasiones puede ser una buena idea cambiar. Además las fragancias para el invierno deben ser diferentes a las que se llevan en el verano.
El aire frío de esta estación, sumados al exceso de ropa hacen que los perfumes se noten menos, es por eso que es conveniente que sus notas sean más intensas. Esta intensidad está dada por el añadido de esencias como el almizcle, el sándalo, la madera, la miel, el patchuli, la vainilla, el chocolate, las frutas, la rosa, el jazmín, la violeta y el lirio.
Es por eso que resultan ideales los perfumes que poseen mezclas florales combinadas con especias; flores con maderas o flores con frutas.
Por otra parte según el tipo de piel resultan más convenientes algunos aromas más que otros:
Piel grasa
El sebo transforma y altera el olor del perfume, en especial aquellos que son densos y especiados, ya que tienen mayor fijación. Esto hace que el olor se sienta muy fuerte, fenómeno que aumenta en verano debido a la transpiración.
Elegir: Aguas de perfumes o perfumes con esencias marinas, florales o cítricas.
Descartar: Perfumes con esencias dulces, resinosas, atabacadas y amaderadas.
Piel seca
Cuando el pH tiende a ser alcalino, no existe un manto lipídico que fije el perfume y las fragancias frescas se volatilizan muy rápido. Esto aumenta en invierno, ya que el frío reseca aún más la piel.
Elegir: Perfumes densos de las familias orientales, que tienen mayor fijación, como todos aquellos que son especiados con esencias dulces, resinosas, atabacadas y amaderadas.
Descartar Perfumes frescos con esencias marinas, cítricas y florales.

