Las heladas pueden dañar, cuando no destruir, muchas de las especies que tenemos cultivadas en nuestro espacio verde. Las peores, sin duda, son las tempranas, ya que las plantas aún no están preparadas para el frío. Muchas veces, aunque estemos atentos a la predicción meteorológica, es complicado saber cuándo se van a producir, por eso es conveniente estar siempre preparado.

Normalmente un cielo raso, sin nubes, y una temperatura ambiente muy baja, son condiciones propicias para que por la noche hiele, aunque a veces los vientos del norte, intensos y helados, pueden afectar a las plantas como si de heladas se tratase. Generalmente las especies caducifolias, que pierden la hoja en otoño, aguantan mejor el frío que las perennes. El fenómeno meteorológico de las heladas surge a partir de la congelación de las partículas de agua en suspensión que hay en el aire. A veces, si el tiempo es extremadamente frío, el agua de la tierra también se congela, lo que puede suponer un daño irreparable para las raíces.

Cobertizos e invernaderos


Son nuestros mejores aliados para evitar que el frío, siempre y cuando disponga de espacio en el fondo. Existen diversos equipos prefabricados que pueden ser muy útiles para las plantas más sensibles y para cultivo de plantas y semillas. Existen estructuras de materiales ligeros como acero galvanizado y aluminio, que se montan también con facilidad. La cobertura del invernadero puede ser de vidrio, que es más diáfano, pero pesa más; o bien de policarbonatos (plástico), que se suele mover mucho con el viento, pero que es más cómodo a la hora de instalarlo, además de resistente y liviano. El mejor lugar para poner un invernadero son los espacios soleados y cubiertos de las corrientes de aire. Respecto al interior, conviene ventilarlo diariamente, y controlar la temperatura y humedad gracias a termómetros e higrómetros.

Consejos prácticos de invierno

1- Las plantas cuando se van a trasplantar o se compran a raíz desnuda o en pan, deben cuidarse del hielo de la noche, ya que pueden sufrir severos daños o morirse. Se recomienda que cubra las plantas y sus raíces con tierra, paja, tela, así evitará pérdidas.

2- Se recomienda una vez que la planta se ha helado, ella no tiene un buen aspecto, pero no se debe podar hasta tanto hayan pasado las heladas ya que pueden sufrir serios daños, sus hojas secas o heladas sirven de protección a las ramas de abajo.

3- Las plantas en estado de letargo (invierno) no deben fertilizarse.

4- Elija las paredes orientadas al norte para plantar las especies más sensibles al frío

Para tener en cuenta

Cada planta, de acuerdo a su tamaño, necesitará una protección diferente.

1- Hay que dejar pasar el aire para que la planta no se pudra. De aquí que las arpilleras, telas antiheladas o cualquier superficie blanda y porosa son apta. Los plásticos y polietilenos no son recomendables por esta misma razón.

2- En el caso de cubrir troncos, se puede impedir el paso de luz, ya que la planta está en reposo. Entonces aquí pueden cubrirse con colores oscuros o que impidan el paso de luz.

3- Debe considerarse, por los vientos, el uso adicional de pasto seco, hojarasca, musgo seco o algún elemento que produzca un colchón térmico que refuerce la protección.

4- Cuando se protegen plantines o plantas que necesitan surgir con la fotosíntesis durante el invierno, deben usarse protecciones que permitan el paso de la luz, como la tela antihelada, túneles o techos fabricados con láminas traslúcidas, que puedan retirarse durante las horas de sol.

5- Cuando se utiliza la tela antihelada o arpillera debe colocarse más de una capa para que haga efecto o cumpla su función.

6- Los productos antitranspirantes, que se aplican por medio de pulverizaciones, forman una película en la planta y evitan el paso de las heladas. Estos deben colocarse antes del comienzo de las heladas y repetirse una vez al mes. Se aconseja consultar a especialistas y profesionales sobre este producto.