Una alimentación saludable es fundamental a la hora de encarar un proceso para poner el cuerpo a punto con vistas al verano. Lo ideal es mantener una alimentación balanceada y saludable durante todo el año; por supuesto que esto hay que acompañarla con una adecuada actividad física, dice la nutricionista Damiana Vallés.
La búsqueda de una buena forma física para la temporada estival no es sólo una coquetería femenina. Desde hace algunos años a esta parte, adolescentes, adultos e incluso adultos mayores, de ambos sexos, tratan de lograrlo. El problema fundamental es que en la mayoría de los casos lo hacen recién a partir de octubre o noviembre y no con mayor espacio de tiempo. También hay personas que se inclinan sólo por buscar en la gimnasia, la oportunidad de lograr que los tejidos no estén caídos o bien quitar kilos de más. En ese sentido hay una clave que no se puede dejar de lado. Se trata de una buena alimentación. Para ello hay que consultar a un especialista y tratar el tema de una manera responsable, debido a que cada organismo tiene necesidades diferentes.
Según la profesional, una alimentación adecuada involucra consumir alimentos variados. No hay que dejar de lado ninguno de los grupos de alimentos tal como enseñan las guías alimentarias argentinas. Las necesidades nutricionales son diferentes de acuerdo a la actividad física que se realice y a la edad de la persona.
Alimentación en los niños
La actividad física realizada con regularidad no sólo ayuda a controlar el exceso de peso sino también mejora la fuerza y la resistencia. Favorece la autoestima, reduce la ansiedad y el estrés. La actividad física en combinación con un consumo óptimo de calcio (1.200 miligramos diario, es decir, por lo menos 2 vasos de leche y 1 porción de queso), se relaciona con un adecuado crecimiento de los huesos y dientes.
Se debe poner especial atención en el consumo de frutas y verduras, sobre todo las de estación. Esto debido a que tienen mayor concentración vitamínica, aumento en el consumo de legumbres (lentejas, garbanzos, en lo posible preparadas en forma saludable), carne de pollo, pescado y carne vacuna magra. Es un punto muy importante a tener en cuenta el consumo de líquido, sobre todo durante la actividad física. En este caso es recomendable que sea agua natural.
Necesidades en la adolescencia
Este es un período de grandes cambios corporales en el ser humano. La actividad física es en muchos adolescentes, una parte importante de sus vidas, por esto es recomendable llevar a cabo una dieta que pueda satisfacer sus necesidades. Hay que saber que un adolescente de 11 a 14 años necesita por día entre 2.200 y 2.500 calorías y 46 gramos de proteínas. Esto se cubre solamente consumiendo alimentos de todo tipo y variedad: leche, yogur, queso, carnes, verduras, frutas, panes y pastas, bebidas y dulces en las cantidades recomendadas según la edad. Si la actividad física es extrema, las necesidades aumentarán, por lo tanto las porciones de comida deberían ser mas grandes y mas frecuentes.
Esta es una etapa en la que es común la adquisición de hábitos alimentarios inadecuados. Para corregir esto, tanto la ayuda de la familia como de un profesional son indispensables.
Actividad física en la edad adulta
La función de la alimentación en la vida adulta se ha expandido en grado importante. En la actualidad se considera como una herramienta que se emplea no sólo para evitar enfermedades por deficiencia sino como una defensa contra los trastornos crónicos.
Vallés dice que en aquellas personas que realizan actividad física y que desean disminuir de peso es muy importante alimentarse. No es adecuado comenzar el gimnasio y dejar de alimentarse. Se puede disminuir de peso comiendo y haciendo ejercicios. Es importante saber que tanto los alimentos ricos en fibras, las verduras, las frutas, las carnes magras y los lácteos descremados deberían ser la base de la alimentación. Consumir por lo menos 2 litros de agua por día mejorará el funcionamiento del organismo. Mientras que practicar una actividad física en forma constante ayudará a conseguir el peso acorde a la estructura física, para llegar al verano como nos gusta.
(Fuente: Damiana Vallés, Licenciada en Nutrición. MP Nro:28)