Tanto en la Nochebuena como en la de Año Nuevo uno suele invertir un poco más de lo normal para brindar por los logros obtenidos o bien para esperar un año mejor. El tema es pensar qué vinos acompañarían a los platos tradicionales como el vitél toné, el matambre, las empanadas, el pollo relleno, entre otros, para potenciar sus cualidades. ¡Por qué no!, aprovechar para probar un par de vinos diferentes y comprobar si realmente todo lo que se dice del maridaje es real. ¿A qué se le llama maridaje? No es otra cosa que la sinergía entre lo que se come y se bebe, una armonía para que entre ambos se potencien y ninguno se opaque (casi como una pareja ideal). A veces estarán aquellos vinos que por aromas y sabores van bien con unos platos y otros no, los que por su estructura y fortaleza acompañan mejor a otros, e incluso se habla de maridaje regional que no es otra cosa que compartir los platos típicos del lugar con vinos de la misma región. Más sencillo de lo que parece si se toma como referencia que los condimentos, las salsas y las texturas de los alimentos son la clave para elegir un varietal u otro, o un rico blend.

Un buen momento también para hacerlo con vinos locales y comenzar a conocer la amplia propuesta que ofrecen las bodegas de San Juan.

Aquí algunas propuestas para tener en cuenta.

 

  • Vitél Toné: es casi una obviedad que muchos esperan para estas ocasiones el consabido plato que en más de una casa sólo se prepara para esta fechas. Acá la cosa empieza un tanto complicada porque se combina carne, crema, atún o anchoas (sin contar los aditivos secretos de cada cocinero o cocinera), por lo que sería ideal saborearlo con un vino blanco de buena estructura, y sobre todo de buena acidez. En este caso San Juan cuenta con muy buenos Sauvignon Blanc y Chardonnay que son ideales para este plato y para las calurosas noches sanjuaninas. Otra opción es un espumoso extra brut que por su acidez acompaña muy bien.
  • Pollo relleno: Es muy usual comer pollo relleno para esta época y aquí no cabe dudas que el compañero perfecto es un Chardonnay o un Viognier, que en apariencia sería como el viejo y descartado maridaje por color (carnes blancas vino blanco, carnes rojas vino tinto), pero no es así. Aquí se juega más con el relleno, que suele comerse frío y que su textura es liviana. Otro ideal para el calor.
  • Empanadas de carne: para uno de los platos que no fallan, la propuesta es doble. Por un lado, los fanáticos de los blancos pueden elegir un buen Torrontés (o blend que lo contenga que en San Juan hay varios), ya que por oposición potencia los sabores de las empanadas y viceversa. La segunda propuesta sería un buen Syrah que por armonía hace estallar los sabores de ambos. Malbec o Bonarda serían una gran opción.
  • Matambre arrollado: es otro de los clásicos de las Fiestas con relleno de verduras y preferido porque se cocina mucho antes y se come frío. Ideal para acompañar con vino tinto de consumo anual y si es un Cabernet Franc mucho mejor. Ambos se verán favorecidos y se potenciarán entre sí. 
  • Carnes rojas asadas: lo primero a tener en cuenta serán los condimentos incorporados. Si es sencilla y con una guarnición de vegetales frescos, un Malbec de consumo anual será suficiente, mientras que si está muy sazonada y acompañada por salsas con un nivel de picante más alto, hay que volcarse por un Tannat, Petit Verdot, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc Reserva o un buen blend de tintas.
  • Preparaciones con cerdo: Es una carne más parecida a las blancas que a las rojas que se puede preparar de diferentes modos. En términos generales se puede decir que el Pinot Noir o un Merlot por su sutileza pueden ir muy bien con cualquiera de sus cortes. Ahora si se trata de un lechón asado o pernil de cerdo van mejor con vinos de taninos más potentes como un Malbec de guarda o un Cabernet Sauvignon. Estos permitirán arrastran mejor la grasa de la boca y de todo el tracto digestivo.
  • Comidas agridulces: Algo difícil, pero no imposible de maridar. En este caso por contar siempre con un toque de dulzor, lo ideal son los vinos blancos de buena acidez y notas frutales o florales, como por ejemplo un Chardonnay, un Viognier o un Torrontés. Para los más audaces también se sugiere un vino con cierto dulzor (probar y comprobar).
  • Para postres: un espumoso nunca viene mal, y si es de carácter y con algunos gramos de azúcar, según el postre que se vaya a preparar, mucho mejor. Nunca falla elegir un Extra Brut que tiene aproximadamente unos 8 gramos de azúcar. Evitar los más secos (Nature o Brut Nature), para no opacarlo con el dulce del postre. Si la propuesta tiene mucho chocolate, repetir el tinto de la noche para ganar otras sensaciones, o blanco (bien frío) para postres con frutas. 

 

 

>> LOS DETALLES MÁS IMPORTANTES

Para que todo salga a la perfección, hay detalles que no se deben olvidar

* Elegir vinos de San Juan. Los hay de insuperable relación precio/calidad. Para ello las vinotecas asesoran muy bien. 

* Servir los vinos a temperatura adecuada, más aún teniendo en cuenta las condiciones climáticas de la provincia.

* Los blancos deben servirse a unos 8 o 9 grados (recordar que el calor del ambiente eleva la temperatura de las bebidas rápidamente). Se puede usar frapera con hielo para mantenerlos frescos.

* En el caso de los tintos diferenciar si se trata de vinos jóvenes (del año), cuya estructura demanda unos 14 grados y si son de guarda unos 17 o 18 grados. Más temperatura es un crimen. Para aquellos que aún creen que se beben a temperatura ambiente, recordar que es el ambiente de una cava (unos 18 grados), y no ambiente de aire libre en San Juan en pleno verano con 40 grados.

* Si hay varios vinos para elegir, siempre comenzar por los blancos, luego rosados y finalmente tintos que sean del año y seguir por los de Guarda. Si hay vinos con y sin madera, empezar por los que no la contienen. Si hay vinos dulces dejarlos para el final.

* Recordar que los vinos tienen grandes enemigos dentro de las comidas: a la cabeza está el vinagre que es capaz de opacar hasta el mejor exponente, la cebolla y ajo crudos, al igual que algunos vegetales muy amargos. Para estos casos buscar vinos potentes y con buena acidez.

* Hay vinos para todos los bolsillos. Alcanza con ir a una vinoteca y pedir asesoramiento para elegir de acuerdo con el presupuesto personal.