Por: Arq. Jorge Cocinero Raed
Mag. en Arquitectura y Diseño
Presidente Acodepas (Asociación para la Conservación y Defensa del Patrimonio Sanjuanino)
Prof. UNSJ

Si nos aventuramos a sumergirnos al final de la época del Virreinato del Río de la Plata, principios del siglo XIX, podemos realizar un recorrido por el pasado urbano y arquitectónico colonial que aún se encuentra entre nosotros. Analizando la trama urbana y las casonas de la época, vemos como éstas se mostraron muy influenciadas por las tradiciones arquitectónicas de los conquistadores e inmigrantes que venían desde España. Tal es así que la estructura urbana de las ciudades es, hasta el día de hoy, en forma de damero. Para ese entonces los lotes eran divididos en cuatro cuartos de manzana y entregados, originariamente, a las familias de los fundadores españoles. Con el paso del tiempo estas grandes propiedades se fueron subdividiendo por sus herederos.


Las casonas de la época colonial no escapaban a los conceptos generales que se sucedían en todo el virreinato y en España. Las características reinantes propias de este período están englobadas en el estilo colonial, haciéndose presente en todas las cuadras.


San Juan no se vio alejado de este movimiento. Para este lapso de tiempo, las casonas típicas se caracterizaban por tener un patio centralizado, galería a su alrededor, las habitaciones y un patio secundario. La casona estaba precedida por un zaguán donde se encontraban las puertas principales tipo Cancel, que llevaban al recibidor y al comedor principal.


El patio se convertía de esta manera en el principal lugar social de la vivienda. Perimetralmente, la galería rodeaba al patio donde se encontraban las habitaciones, la cocina y el baño que se comunicaban además entre sí, con puertas internas. Esta forma permitía generar un microclima muy importante en regiones como la nuestra 
En el patio secundario se encontraban las despensas, fregaderos, depósitos varios y a veces se sustituía la galería por pérgolas con vides, enredaderas, etc., que se convertían en sombras vegetales utilizadas como techo.


La arquitectura exterior en general mostraba aspectos muy puros y sólidos, de ventanas con postigos y puertas alargadas. Generalmente se pintaban con cal -blanca o rosada- o con tintes vegetales y/o animales. 


El ornato dependía de las posibilidades económicas del propietario. Los materiales utilizados era el adobe de barro secado al sol para los anchos muros de las construcciones, donde además se realizaban fundaciones con piedras.


Los techos se ejecutaban con vigas de madera -rollizos-, caña y barro. En general los pisos de esa época eran de arcilla cocida o adoquines de piedra y las paredes estaban revocadas con barro y paja. Pocos vestigios nos quedaron de esa época por los sucesivos terremotos que aquejaron a nuestra provincia.

Las casonas coloniales de San Juan

Pero, ¿ese estilo perdura hasta hoy?, es difícil poder conseguir tantas edificaciones o viviendas que sean típicas de la época colonial y que todavía se mantengan en pie, que no hayan sido destruidas, caídas o que simplemente el tiempo y la desidia haya dejado perder ese patrimonio. La provincia todavía atesora edificaciones de época que bien tienen su reconocimiento patrimonial e histórico y conservación, ellas no solo para hacernos viajar en el tiempo sino porque son parte de la arquitectura de nuestro país.


La estética colonial fue una de las primeras influencias arquitectónicas que llegó más allá de los mares, de la mano de los conquistadores españoles. En este caso, la volumetría, las molduras, torrecillas, ventanas, rejas y faroles, reflejan esta impronta fielmente y así se ve en este recorrido:
 

* La Casa Natal de Domingo Faustino Sarmiento, más allá de sus modificaciones y reconstrucciones, es un claro ejemplo de la arquitectura de esta época. Con dos patios y el zaguán, deja entrever las características enunciadas y se constituyó en el Primer Monumento Histórico Nacional, declarado por Ley Nacional Nº 7.062.


* También tenemos, si observamos detenidamente, en el Departamento de Ullum otro de los edificios más antiguos que se conservan en pie. Se trata de una vieja estancia denominada "El Fortín'. Fue construida por los Jesuitas allá por 1742, donde se destacan sus anchas paredes de adobe y las tradicionales galerías alrededor del patio y una capilla. Entre salas y dependencias de servicio, la casona posee diez habitaciones, en ellas se atesoran meritorios elementos históricos de la época, aunque lamentablemente se encuentra cerrado al público.

* Otro de los prototipos que persiste al paso del tiempo, es una vieja casona que se ubica en la calle Saturnino Sarassa, a unos cincuenta metros al este de calle Abraham Tapia. Esta casona, construida a fines del siglo XVIII, no solo que nos transporta a la época colonial, sino que nos permite un análisis arquitectónico sin desperdicio. Atravesando el zaguán nos encontramos con las entrañables galerías alrededor del patio y un arco que invita a pasar. Las gruesas paredes de adobe dan forma a trece habitaciones donde hoy albergan herramientas y maquinarias que son testigos mudos de nuestro pasado. En la casona, según comentarios, habría vivido a fines del 1800 un gobernador de San Juan.

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* Siguiendo nuestra búsqueda nos detenemos en el Convento de Santo Domingo y en él a la celda donde descansó el general San Martín en su paso por San Juan. El Convento se funda en 1590 siendo la construcción con mayor antigüedad desde la fundación de San Juan de la Frontera. La construcción se caracteriza por sus típicas paredes gruesas de adobe y techo de rollizos, caña y barro que han sido oportunamente renovados, dando un gran aspecto de solidez. Si bien gran parte de su edificación se derrumbó en los terremotos de 1864 y 1944, han quedado en pie la sala capitular, la galería y la celda de San Martín. Los testimonios que perduran dejan ver las costumbres y formas de construir de una época que permanece entre nosotros por sus vestigios arquitectónicos.

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* Otro ejemplo son las Casonas de Jáchal que pudieron mixturar nuestros materiales con las tradiciones culturales que traían los inmigrantes de España e Italia. Algunas de ellas datan de mediados del siglo XIX.


Como ya debes saber, la arquitectura colonial no es más que la influencia que ha tenido la arquitectura de unos países que de una u otra forma colonizaron o tuvieron a otros como colonias.