Criadores de perros hay muchos, pero criadores de caninos de pedigrí con papeles certificados hay sólo unos 6 en actividad sobre un total de 20 inscriptos en el Kennel Club San Juan. Es que para llevar adelante esta tarea hace falta, además de amor a los animales, tiempo, dinero para su atención, conocimientos de veterinaria, una familia que acompañe, y mucha paciencia. Están quienes crían razas conocidas y otros que prefieren algunas más sofisticadas como es el caso de Abigail Cruz, criadora de Welsh Corgi, de origen norteamericano, quien decidió llevar a Ruby, una de sus perras, a Estados Unidos para buscar novio de pedigrí. Permaneció allí durante 3 meses hasta que su dueña volvió a buscarla cuando ya estaba preñada de 6 cachorritos (5 machos y una hembra), que nacieron por cesárea en San Juan hace 35 días.

Así hay varios casos, ya que para mantener la línea de sangre y el mejoramiento de cada raza buscan pares campeones, o verdaderos "número uno" en diferentes competencias que les da puntaje para luego cotizarse más en el mercado. De hecho este fin de semana, seis perros están participando de una exposición con ese fin (ver concurso aparte). Claro que a juzgar por lo que indican los kennels (criadores de perros), el negocio no es tan rentable como se supone. Sumar viajes a las competencias, encontrar novios/as en otra parte del país o del mundo, pagar el equipo de veterinarios que los cuidan, gastos de peluquería, atención en criadero, alimentos, vacunas, entre otros gastos hacen que sean animales caros que son más demandados en el exterior que en la provincia.

"Los welsh Corgi fueron importados por primera vez en el año 2001 desde Estados Unidos donde son muy populares porque es una raza hermosa. Son dóciles, obedientes y con una gran predisposición a hacer feliz a sus dueños. Estos perros llegaron a Buenos Aires y en el 2005 compramos el primero a una persona de Mendoza que los había llevado a esa provincia. Ahora tenemos 6 adultos y 6 cachorros que son un sueño", cuenta Abigail quien lleva este emprendimiento adelante con su esposo Enzo Olivieri, médico.

Esta es la segunda camada de cachorros, pero la primera que saldrá a la venta en unos 60 días, cuando estén en condiciones necesarias para pasar a otro dueño, y cuenten con la certificación y aprobación de la Federación Cinológica Argentina, que se realiza a través del Kennel Club San Juan.

"Estos perros no tienen mucha demanda porque no son muy conocidos, sí se los ve más por televisión o revistas porque son los perros de la Reina de Inglaterra", explica Abigail, quien es una apasionada de sus animales.

Carlos Vila es otro de los criadores, aunque él tiene un plus adicional: Es grooming y handling de perros. En otras palabras es el encargado de mantenerlos en condiciones higiénico sanitarias óptimas, y estéticamente lo más parecido al ideal de su raza. Es quien se encarga de que estén en perfecto estado para las exposiciones, sin que parezca que pasaron por la peluquería. En tanto la segunda denominación es aplicada a los presentadores de caninos para lo cual no sólo se necesita soltura, sino también solvencia en los conocimiento para llevarlos a exposiciones y allí obtener puntaje que aumenta su cotización al momento de la venta. De hecho este fin de semana, Carlos se encuentra en Córdoba con seis perros locales que aspiran ingresar al ranking nacional.

Este grooming que trabaja en tres negocios de Pocito (Pata); Santa Lucía (Chokos), y Capital (Hociquito mascotas), cría Boxer, Chihuahua; Yorkshire y Bishon Freeze, en un criadero que tiene junto con su hermano Juan Castillo (socio fundador del Kennel Club y actual juez internacional de todas las razas), en Las Chacritas.

"Nací con este tema, a los 15 ya hacía peluquería para perros, y ahora también me encargo de presentarlos en concursos", cuenta Carlos, quien trabaja con varios veterinarios ya que cada uno tiene su especialidad.

Su trabajo en distintos puntos de la provincia le permite asegurar que actualmente el perro más buscado es el caniche, "aunque estos no se venden con papeles. Es impresionante la cantidad que hay, de 20 que llegan para peluquería, 16 son caniches. El problema es que actualmente hay muchos de ellos con problemas neurológicos, de corazón y de epilepsia, que aunque no hay estudios que lo certifiquen, yo creo que es porque no se respeta la línea de sangre, y con tal de vender por lo que es alta la demanda los cruzan entre parientes".

La pasión de Carlos por estos animales lo ha llevado a viajar a Paraná una semana con una de sus boxer, donde pagó el servicio de un "número uno de Brasil". "Esta actividad no deja dinero. Si te ponés a pensar en esos gastos, que de nueve perros te quedan cinco y como máximo los podés vender a 1.500 dólares, no es un negocio rentable. Te tiene gustar para hacerlo", explica. Por este motivo es casi todos son vendidos a Córdoba, Rosario, Paraná, Brasil y Chile, donde hay gente que paga esos montos y otros bastante más elevados.

Otro apasionado de los canes

En este caso, el amor a los "chocos", viene por herencia. Es que Ariel Alaniz, actual presidente del Kennel Club San Juan, está acostumbrado a vivir entre animales. Su papá, Nicolás Alaniz, criaba razas chicas, y él junto a su esposa, Susana Medawar, viven en una casa de campo con una granja repleta de animales, entre ellos los perros. "Empezamos criando labradores en 1994, aunque ahora ya no tenemos esas raza. He tenido salchichas, Beagle, Fox Terrier pelo liso, Dóberman, y actualmente me estoy iniciando en Whippet, un perro galgo, no miniatura, sino de unos 45 a 50 cm. Es un perro muy adaptable, come poco, no es ladrador, es muy sigiloso, ideal para compañía", cuenta Ariel.

Con tantos años y tradición familiar en el tema asegura que "nunca se recupera lo que se invierte, es un hobby, un gusto que uno se da. A esto se suma que el precio de cada animal es alto y acá el mercado tiene baja demanda, y enviarlos a otras provincias en avión es muy caro, lo mismo pasa con los servicios de los animales".

Así estos criadores decidieron volcar gran parte de su vida a sus perros que son un miembro más de la familia y que reciben los mejores cuidados.