"El universo siempre conspira a favor de los soñadores”. La frase es del escritor brasileño Paulo Coelho pero perfectamente aplicable a este jachallero: Héctor Miguel Muñoz. A sus 52 años, casado y con sus dos hijos mayores estudiando lejos de su departamento (de 21 y 23) y otro de 9 meses, soñó hace 3 años a lo grande y con una meta allá… bien lejos: la obra del túnel de Agua Negra. Para afirmar esa idea se inscribió ante los organismos de tributación bajo la razón social "El Bioceánico". Este grandote de sonrisa fácil transformó un campo, al costado de la ruta 150 y a unos 200 metros de la ruta 140, en un gran predio con servicios. Claro, nada fue fácil y fue sumando de a poco espacios para cubrir con todo el proyecto.

Primero fue el comedor, ladrillo a ladrillo y a medida que ingresaban al negocio obreros, ingenieros y camioneros que iban a trabajar en la construcción de la ruta 150, en el tramo Huaco-Valle Fértil, Héctor fue juntando dinero y reinvirtiéndolo. Casi a la par vino la gomería, distante a unos 80 metros del comedor, también de su propiedad. Y lo que viene es armar detrás del restaurant 8 cuartos de hospedaje, los cuales ya empezó a construir y a los que busca darle el aspecto de una posada. En tanto que la frutilla de la torta que tiene en mente es un local de venta de artículos regionales, con la idea que no sólo pasen por ahí turistas y gente que vaya para Chile, sino también captar a los visitantes que se dirijan al Valle de la Luna, ya que una vez que esté terminado el último tramo de la ruta 150, espera que hagan directamente con el fin de acortar camino, la traza San Juan-Jáchal-Ischigualasto.

"Yo estoy convencido que esto un día va a ser un vergel, que por esta ruta (ubicado en la puerta de su negocio señala la traza de la 150) van a pasar cientos de camiones por día y que acá estaremos para servirlos. Yo nací en Jáchal y quiero verla floreciente, y sé que cuando esté el túnel esto va a cambiar mucho. Me imagino que esto va a ser como esos pueblos del Sur que crecieron con el tren, bueno nuestro tren va a ser Agua Negra”, contó un entusiasmado Héctor. Y agregó, "yo creo que sólo en el restorán, que hoy somos dos, el día de mañana puedo emplear unos 8”.