Fotos: colaboración equipo FNS
 
Este fin de semana empieza a rodar el Carrusel de la Fiesta del Sol. Claro que si bien todavía falta poco menos de 3 meses para que llegue ese viernes en dónde los carruajes con todo su color, música, creatividad y algarabía se apoderan de las calles céntricas como un símbolo artístico que no sólo lleva a la reina sino que resume la impronta de cada año, justamente hoy empezará a tomar forma el primero de estos carros. De la mano de un experto fileteador, Diego Prenollio (que además es vestuarista y escenógrafo) y con la ayuda de 5 sanjuaninos seleccionados (ver recuadro) se pintará con esta técnica tradicional, valorada desde el 2015 como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, un camión cisterna, una de las tantas movilidades que circulará por la Avenida Central en febrero próximo para homenajear a la Difunta Correa, en "Amor de Madre'', la temática instituida para el 2018.
 


¿Qué es el filete?


Hay una frase que para mí lo describe perfectamente: "es un tango bailado a pincel''. Otros dicen que "es un sentimiento alegre que se pinta''. Es una técnica de pintura que implica ciertas herramientas (como el pincel angosto y largo, pero también otros materiales) y dibujos específicos (no pueden faltar la bandera argentina, la flor de cinco pétalos, dragones, el ornato o la hoja de acanto, algunos personajes retratados y una frase significativa). Para mí es uno de los oficios que elijo como modo de expresión.


¿Cómo lo descubriste?


Estaba en el secundario. Yo había pintado desde pibe. Y en la adolescencia tuve un maestro, un artista plástico con el que aprendía pintura de caballete, dibujo y entre otras cosas, me daba clases de letrista que es uno de los aspectos del fileteado porque coinciden los materiales y las herramientas. Parece que me gustó porque seguí estudiando y adentrándome en este mundo. No tengo claro un momento exacto pero a partir de esos maestros nunca más dejé de hacer filete y a mirar fileteados. Como ya sabía técnicas básicas y tenía un manejo de los pinceles, cada tanto hacía algún cartelito bastante fulero y en algún momento de necesidad, porque estaba sin laburo, los vendía en la feria de Recoleta. Un día un artesano me dijo que esos cartelitos en San Telmo eran un tesoro. Así es que a la semana siguiente cambié el rumbo y me puse un puesto en San Telmo. Estuvimos 3 años con los cartelitos fileteados y viviendo del filete. Eso me incentivó para querer saber más. Entonces comencé a tomar algunas clases con Memo Caviglia, un maestro fileteador muy conocido, especialista en filetear carros. El no solo me acomodó muchas cosas en el modo de trabajar, sino que me abrió las puertas para conocer a otros grandes. Así fue como empecé a ir a las reuniones en las que se le dio forma a la Asociación de Fileteadores.


¿Entonces te convertiste en un dirigente del filete?


No sé si dirigente (NDR: es secretario de la entidad). Pero el contacto con estos grandes me hizo tomar un compromiso que implica no sólo hacer filete sino buscar darle visibilidad porque tiene un gran potencial. Como alguna vez pasó con el tango: que parecía que desaparecía, que se lo prohibía, que había pasado de moda y empezó a resurgir y a dar vueltas por el mundo y hoy se nos relaciona directamente con el tango en cualquier lugar del planeta. Lo mismo tiene que pasar con el filete. Tiene que ser la imagen de nuestro país.


¿Para qué sirvió lograr la declaración de Patrimonio por la UNESCO?


Los integrantes de la Asociación de Fileteadores tímidamente empezamos a mostrarnos. Hace seis años hicimos la primer exposición colectiva, en la que participaron 30 maestros. A partir de entonces todos los años hacemos eventos y a esta altura de las circunstancias son más de 130 los expositores. Por ejemplo este año no sólo participamos argentinos sino además fileteadores que están en Barcelona, Alemania, Bolivia. En el 2015, desde la Dirección General de Patrimonio e Instituto Histórico, dependiente de la Subsecretaría de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura del Gobierno de Ciudad Autónoma de Buenos Aires, nos propusieron presentar un proyecto para declararlo Patrimonio Cultural de la Humanidad. Se hizo un gran trabajo entre fileteadores, investigadores y antropólogos, discutiendo acerca de los orígenes, el oficio, la técnica, entrevistando fileteadores de todos los tiempos y relevando obras por toda la ciudad y el país. Finalmente la UNESCO lo aprobó y no solo hicimos una gran fiesta en el Obelisco, sino que fue un impulso para seguir soñando. Queremos que cada vez haya más filete y más fileteadores. Queremos conseguir que los colectivos y los taxis se vuelvan filetear, ya que en algún momento se prohibió, para eso estamos buscando que se incentive a las empresas. No sólo sería precioso sino que sería un elemento rodante identitario. Además aspiramos a que empiece a enseñarse en el ámbito académico.


De algún modo ya empezaste, con la Fiesta del Sol.


El fileteado es porteño de nacimiento, pero se ha ido expandiendo por todo el país. Es una especie de arte popular argentino. Por eso me entusiasma mucho venir a compartirlo con los sanjuaninos y en el marco de un evento tan importante y significativo como la Fiesta Nacional del Sol. Y especialmente me genera mucha adrenalina e inspiración la Difunta Correa y todas las mujeres que son íconos de cada departamento, mujeres luchadoras o mujeres que han dejado su vida, sacrificándose por alguien, por algo o por una causa válida. Espero que eso podamos reflejarlo en el camión del Carrusel.
 



Del boceto al camión


Desde ayer y hoy todo el día, Diego estará trabajando a un grupo de personas seleccionadas, luego de presentar, entre otras cuestiones, un boceto. Un camión cisterna que pertenece al paraje Vallecito -donde está emplazado el santuario a la Difunta Correa- será intervenido con fileteado por la diseñadora gráfica e ilustradora caucetera Eliana González, los estudiantes del Profesorado y Licenciatura en Artes Visuales Héctor Iván Manrique (que tiene amplia experiencia en el campo del diseño de etiquetas, publicidades, folletos, logos, etc) y Maximiliano Axel Heredia -que además cursa para ser Técnico Auxiliar en Dibujo Publicitario- Maira Alejandra Amaya Gatica es otra de las estudiantes del equipo, salvo que ella está en 6º año de Arquitectura. El quinto integrante es Rafael Antonio Rubiño, ilustrador, músico y tatuador.


Quién quiera acercarse a ver el desarrollo del trabajo podrá hacerlo, acercándose al predio ubicado en 25 de mayo y Las Heras, detrás de dónde funciona la Dirección de Bibliotecas Populares.


Con sello propio


Aunque le cuesta enumerar para quiénes ha hecho trabajos. Diego no es un improvisado. Muchos de sus filetes han sido parte de la imagen corporativa de firmas como Starbucks, Mercedes Benz, Editorial Corregidor, Aseguradora Sura, Valvoline, Sheraton, Universal Music y Kerastase.


Además de sus "cartelitos'' de San Telmo, ha fileteado bajo el seudónimo de Biombo Blanco -donde trabajaba con un amigo- muchas de las paredes de su Montegrande natal, en el conurbano bonaerense, cerca de Ezeiza.