Luego de décadas de olvido, tapados por las especies extranjeras de moda, los árboles autóctonos de la Argentina van ganando el lugar que se merecen. Admirados y respetados por aborígenes y campesinos que vieron en ellos fuentes de alimentos, madera, remedios, leña y tinturas, la cultura colonial y luego la moderna pareció darles la espalda.
Hoy recuperan su lugar en veredas, plazas y jardines gracias al entusiasmo de quienes buscan sumar calidad a los espacios verdes. Estamos hablando de embellecer nuestro entorno artificial nada menos que con miniaturas sorprendentes como picaflores o grandes cantores como los benteveo (Bicho feo).
Estos árboles son el sello distintivo de cada región, el recuerdo viviente de aromas, colores y formas que tienen sus raíces en nuestra cultura. Vale la pena detenernos a analizar algunos buenos ejemplos.
El Noroeste argentino ha resultado una interesante fuente natural de árboles ornamentales. Algunas especies han demostrado una muy buena adaptación a la región templada, por ello hoy te presentamos estos ejemplares.
Su cultivo por semillas no es complicado, teniendo un crecimiento moderado. Su empleo en calles y plazas está bastante difundido, sin embargo debería tenérselo más en cuenta para evitar el uso desmedido de especies foráneas.
Nombre científico o latino: Tipuana speciosa Benth.
Es nativo de los bosques subtropicales de Bolivia y del noroeste de Argentina (Jujuy, Salta, Tucumán), habiendo sido introducido en Brasil y Uruguay.
Árbol tardíamente caducifolio, alcanzando 10 – 25m. de altura El segundo embajador del Noroeste argentino, es la tipa, se ha destacado por otras cualidades. Por empezar su flores son amarillo dorado, con forma de mariposas de alas, los pétalos, de menos de 2,5 cm de ancho. La floración resulta tan espléndida por su profusión sobre el árbol como por el efecto que produce su caída: el piso de las calles y paseos de la ciudad se cubren con un delicado manto de flores doradas.
La tipa en la ciudad tiene una virtud inigualable, su porte espectacular y a la vez estilizado. El tronco se eleva abriéndose en varias ramas que se van tornando onduladas hasta formar una espléndida copa, alta, poblada de un enrejado de ramas oscuras y follaje verde. En su máximo esplendor sin duda la alcanza una gigantesca bóveda vegetal. Fruto en legumbre es de color castaño. Semillas rojizas de 5 – 6 mm de largo. Se multiplica por semillas sin dificultad, no siendo imprescindibles los tratamientos previos. Gusta del sol y tolera condiciones de lo más variado, tiene crecimiento rápido y admite bastante bien la poda. Sus raíces son agresivas, por lo que no se aconseja su plantación cerca de edificaciones.
Nombre científico o latino: Caesalpinia gilliesii. Su Nombre común o vulgar: Poinciana, Caesalpinia, Barba de chivo, Ave del Paraíso. Su origen es de Sudamérica, incluyendo Argentina, Uruguay. Es un arbusto de 2 m de altura y muy ancho. De crecimiento rápido. El follaje es caduco o persistente según clima. Folíolos lanceolados. La floración es en verano. Su fruto es una vaina de unos 10 cm de longitud, aplanada, pubescente. Semillas ovoides. Esta planta puede verse en muchos jardines, pero merece mayor difusión por su llamativa floración y su gran resistencia a la sequía. Se lo emplea como ejemplar aislado. Requiere del sol o un emplazamiento luminoso. Es resiste a las temperaturas de hasta -10ºC si no son muy constantes. El suelo debe estar bien drenado; con contenido en nutrientes medio; fresco, ácido, neutro o alcalino. La poda puede podarse después de la floración. La multiplicación es por semillas, cuidando de escarificarlas o rasparlas y seguidamente ponerlas a remojo en agua caliente.
Su nombre científico o latino es: Poecilanthe parviflora. Es una especie botánica de árbol leguminosa en la familia de las Fabaceae. Es endémica de Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil. Árbol de 8 a 15 metros de altura (excepcionalmente 25 m); de tronco irregular. Sus flores amarillas o blancas, en racimos. Inflorescencia; presentan líneas o manchas rojas agrupadas en racimos axilares o terminales. Florece de noviembre a enero, y fructifica de julio a octubre. Hojas imparipinadas, 5-folíolos, alternas, lanceoladas, de color verdes oscuras con envés más claro y opaco, brillante arriba. El fruto es una vaina o legumbre seca, de color castaño. La semilla chata de tonalidades anaranjadas.
Su nombre científico o latino es: Senna spectabilis = Cassia spectabilis. Árbolito caducifolio de 4 a 5 metros de altura, pubescente, con hojas pinnadas, ovados a lanceolados. Las flores son amarillas de 3.5 cm de diámetro en racimos axilares más cortos que las hojas; tienen 5 pétalos desiguales y 7 estambres fértiles. Legumbre linear-cilíndrica de 10-20 cm de longitud, leñosa, de color negro y con numerosas semillas. Se multiplica por semillas.

