Desde que el hombre es hombre vive en estrecha relación con su medio ambiente por lo que es lógico pensar que está sujeto a los cambios estacionales de la naturaleza. Así es que con la llegada de la primavera las personas, en general, suelen ganar entusiasmo, vitalidad y hasta están más proclives al enamoramiento, sobre todo los jóvenes. Si bien el color y las flores de primavera no siempre son buenas para todos (teniendo en cuenta que hay algunas personas que tienden a tener trastornos), estos cambios a los que se los puede catalogar como "positivos"", son reales, de acuerdo con la óptica de los expertos.

"Hay una predisposición mayor hacia procesos más nostálgicos, a veces regresivos, o por el contrario te predispone a mayor euforia y compromiso con las tareas. El cambio de clima produce también más ánimo y ganas de salir, de compartir con los amigos. En San Juan al tener un invierno muy frío, la gente tiende a recluirse, entonces sale a pleno en esta época y tiende a entablar nuevas relaciones. Hay un proceso de autovaloración", explica Daniel Castro Psicólogo.

Es a esta altura del año los gimnasios se llenan de alumnos listos para perder algunos kilos y poder lucir mejor la ropa liviana, aunque es sabido que es necesario una conducta constante para obtener verdaderos logros. También las peluquerías y los centros de estética ganan clientes que aspiran a mejorar su apariencia. Todos pretenden un cambio, aun cuando puede ser pequeño.

"Hay estudios que demuestran que en primavera, se cambian muchos hábitos, se tienden a aumentar las relaciones personales, los contactos sexuales, se hacen mas cosas y todo esto se produce porque las personas se sienten más alegres, con más energías y con una mayor vitalidad que en el resto del año. También aumenta la fertilidad, y el estado de humor puede variar dependiendo de cada persona. Esto motivado posiblemente por las ganas de salir y de relacionarse socialmente que se recuperan en esta estación", explica Carlos Hernández de Europa Coaching.

El aumento de la vitalidad está relacionado con la actividad hormonal que al parecer se modifica con la llegada de esta estación.

Según Bernardo Beguet, psicólogo, Director de la Asociación Civil Sapiencia y ex Decano de la Facultad de Psicología y Psicopedagogía de la Universidad del Salvador (USAL), comentó recientemente en una publicación de esa casa de estudios que "el hombre está en relación con el entorno que lo rodea y es afectado por éste. Por lo tanto, los ciclos de la naturaleza, como por ejemplo, el día y la noche, y en este caso, los cambios climáticos, influyen en su comportamiento. El contexto propio de cada persona puede dividirse en dos grandes entornos: el biológico y el cultural. Es decir, la conducta será influida por ambas variables. La predisposición a la vida social y afectiva encuentra su causa biológica en el cuerpo y en la extensión del día luminoso, la glándula pineal o epífisis, que gobierna las funciones cíclicas del organismo, es afectada por la mayor exposición a la luz solar. De esta forma, la melatonina, hormona segregada por la pineal, disminuye su cantidad predisponiendo a un mayor dominio de la actividad diurna".

Tantos psicólogos como coachs coinciden en un aumento de consultas en esta época del año porque la gente no sólo destapa su cuerpo con el comienzo de los días templados y calurosos, sino también sus miedos e inseguridades, las ganas de adelgazar, de mostrar nuestra mejor cara, de empezar algo nuevo, de sentir nuevos estímulos, entre otros.

"Es el momento idóneo para encauzar y canalizar todos nuestros deseos y marcarnos objetivos claros ya que paradójicamente esta época es el inicio real del año, aunque por cuestiones religiosas la mayoría de las culturas empecemos el año en otra estación. Los pueblos ancestrales marcan el inicio junto con el equinoccio de primavera, por tal motivo en nuestro interior se produce ese fenómeno parecido al primero de enero en el que deseamos comenzar el año con nuevos retos y nuevas metas por cumplir", dice el especialista de Europa Coaching.

Elizabeth Lima, presidente del Colegio de Psicólogos coincide en que "hay un ánimo especial, hay una exaltación de sentimientos más placenteros. Puede ser que en el caso de los adolescentes surjan nuevas relaciones, no el caso de los adultos, pero si hay variantes en el comportamiento".

Sin dudas es una estación para disfrutar y por qué, como dicen los que saben, para tomar como punto de partida para iniciar una nueva etapa.