Hay una pregunta y una respuesta recurrente en toda mamá. Si uno las cuestiona sobre qué quieren para sus hijos, seguramente todas contestarán al unísono dos cuestiones fundamentales pensando en su descendencia: que sean felices y que vivan un mundo mejor. Sin lugar a dudas Belén Sánchez y Natalia Izquierdo ya están haciendo algo en ese sentido, de la mano de sus chiquitos.


Son concuñadas (la familiaridad viene por el lado de los esposos que son hermanos), tienen hijos de edades semejantes (Bruno 2 años y Milo 2 años y seis meses) y como si fuera poco comparten desde hace un tiempo sus inquietudes y sus necesidades por priorizar el cuidado y la protección por el medio ambiente, en cada charla que las encuentra. Es por eso que no era de extrañar que ambas también coincidieran en un punto de acción en común creando Marina del Rey, un original emprendimiento de pañales de tela y elementos de protección e higiene personal para mamás que son cien por ciento ecológicos, reutilizables y como si fuera poco, permiten ahorrar bastante dinero.

La idea surgió -hace un año- porque ambas miraban con preocupación cuántos pañales descartaban con Milo y Bruno. Y lo que gastaban cada vez que había que reponer pañales.


"La maternidad y tomar conciencia de la basura y contaminación diaria que producen los pañales desechables fueron las verdaderas musas de nuestro emprendimiento de productos ecológicos. Ese fue el puntapié inicial que dio lugar a un camino de investigación, curiosidad, consumo de otros pañales de tela hasta toparnos con ese llamado interno que motivó a producir nuestros propios pañales ecológicos. Y bueno, con una cuota de valor, otra dosis de aventura, algunos ahorros, nos animamos a intentar llegar al horizonte de cambiar la forma de pañalear", resumen las chicas que están convencidas que su proyecto es un granito de arena para ayudar a "terminar con flagelos sociales y ambientales producidos en un mundo donde se consume más de lo que se produce y en el que las grandes problemáticas pasan por la pobreza, la contaminación de agua y el calentamiento global". 


Estas emprendedoras -una de ellas es abogada con un instituto de danzas, la otra licenciada en Turismo y diseñadora- averiguaron todos los detalles antes de embarcarse en esta aventura: mientras un pañal descartable requiere 545 litros de agua para su producción, uno de tela gasta 15 litros de agua en el mismo proceso. Además un bebé consume 5.400 pañales desechables en toda la etapa de pañaleo, los que demorarán en degradarse 500 años, teniendo en cuenta que es material orgánico tóxico tanto para el suelo como para el agua. En cambio, si se usa un eco pañal se calcula que se necesitarán sólo 10 unidades, los que inclusive pueden "heredarse" a otros bebés, si la tela está en condiciones. Estas cifras se condicen con los costos que son lógicamente muy diferentes.


"El precio de nuestro pañal de tela es de $1.300 pesos y hay varios packs que mientras más comprás menor precio te sale cada uno. Por ejemplo, dos eco pañales de día y 1 de noche con dos insertos por pañal cuestan 3.400 pesos, 8 eco pañales de día y 4 de noche con dos insertos por pañal, 13.000 pesos. Calculamos que quien utiliza pañales de tela tiene un ahorro aproximado de $100.000 pesos con un solo bebé", aseguran.

Conciencia en crecimiento


La pregunta del millón es cómo son los pañales ecológicos y qué características tienen. Según detallan el pañal ecológico que comercializan tiene dos partes: un cover que es una especie de cobertor, semejante a una bombacha, a la que hay que agregar uno o dos insertos de absorción, que en otras palabras, son similares a las toallitas femeninas, que son las que retienen los líquidos y excrementos. Se le pueden agregar más absorbentes. De hecho las chicas incluyen dos en sus pack pero a su vez le proponen a cada mamá que pueda hacerlos con restos de toallas u otras telas suaves. Inclusive se pueden quitar, entonces el pañal se convierte en un pañal de pileta, ideal para el agua.


Los materiales con que se confeccionan son telas impermeables y respirables (la tela exterior es un pul con diferentes diseños, amigables y estéticos a la vista) mientras que las del interior son suaves al tacto, siempre secas y absorbentes (tienen 8 capas de microfibra y toalla de algodón), para evitar las paspaduras. 


Las creativas, que se ocupan de los diseños y de la costura (aunque tienen modistas que las ayudan) tienen varios modelos, en varios colores. Vienen en dos tamaños: uno para recién nacidos y otro multitalle para bebés de 5 a 15 kilos (aproximadamente de 2 meses a 2 años y medio). Este pañal trae un sistema de ajuste de tiro con botones que permiten regular la altura y a su vez velcro en la cintura para que quede bien cerrado según el diámetro de la pancita de cada bebé. Ofrecen pañales para el día y para la noche, con mayor o menor porosidad de la tela externa.


Uno de los puntos, quizá el único, que generan polémica es que estos pañales se tienen que lavar. "Cuando una es mamá tiene que lavar muchas cosas para cuidar a su bebé. No sólo la ropa, por ejemplo los baberos no son descartables. Y generalmente están muy sucios. Si uno toma conciencia de lo que esta práctica implica puede ver las ventajas y se da cuenta que no es tan complicado. Se desecha en el inodoro el excremento, se enjuaga y se puede meter en el lavarropa automático, a una temperatura de 40 grados para asegurarse el cuidado y durabilidad de las telas. En definitiva lo que más nos importa es inspirar vínculos conscientes de amor con el bebé y la naturaleza y una maternidad sustentable", cuentan.


Además de los pañales, estas emprendedoras están incursionando en otros productos semejantes. Ya ofrecen toallitas femeninas y protectores mamarios de la misma calidad. 

El proyecto que llegó con un pan bajo el brazo


Pese a tener poco tiempo de vida, Marina del Rey ya ha ganado varias iniciativas como el Emprendedor Cultural 2019 (recibieron un subsidio para mejorar la propuesta comercial) y el concurso Emprendedores 2019 de la Universidad Católica de Cuyo, que les dio un impulso económico para reforzar la producción y compra de materias primas. Además participaron del concurso Latinoamérica Verde 2020 y fueron asesoradas por PAGE ( Partnership for Action on Green Economy) de Naciones Unidas.


Actualmente forman parte de Impacta San Juan 2020, un espacio de diálogo dónde se comparten experiencias emprendedoras.


Para contactarlas se las puede buscar como Marina del Rey Bebes en redes sociales o por Whatsapp al 2645069906, también tiene un showroom (atención por turnos).

Por Paulina Rotman
Fotos: colaboración Belén Sánchez