Con frecuencia, los miembros de una pareja se quejan por la falta (o la pérdida del hábito) de comunicación entre ellos. Comunicarse con la pareja exige habilidades de las que a veces se carece y se vuelve complicado hablar y entenderse.

¿Cómo se elige al otro?

Ante las potenciales parejas se trata de imaginar cómo podría ser cada una en un futuro y no se ven ciertos aspectos negativos. A veces la pasión por una persona hace que se crea que el amor cambiará la conducta del ser amado y con mucha frecuencia será claro de que es imposible.

Cuando el error es marcar el error

Lo que ciertamente produce el cortocircuito es la postura crítica desde el enojo y el reparto de culpas. Marcar el error en el otro, sólo aumentará la resistencia a una escucha activa.

La incongruencia o paradoja en el mensaje puede ser causa de grandes problemas. Por ejemplo, se dice "debes ser espontáneo; debes ser sincero; yo quiero que mi marido me haga un regalo, pero porque él quiere, no porque yo se lo pido". En el momento en que el marido aparece con un regalo, la esposa se siente desdichada porque no puede saber si el regalo él lo hizo porque quiso o porque ella lo pidió, pero si el marido no aparece con un regalo, porque aún no quiso, ella también se siente desdichada porque él no quiere hacerle un regalo: es decir pierde si lo hace - pierde si no lo hace.

Vivir a mil

Distintos códigos de comunicación entre el hombre y la mujer facilitan la mala o la falta de comunicación en la pareja, creando malentendidos, y no se encuentra el tiempo necesario para sentarse con calma y dialogar. Se vive muy rápido, cada minuto cuenta, lo mismo que en la televisión o internet, maravillosas fuentes de información, pero que no dicen cómo hacer para que el otro escuche. En cambio venden un producto tras otro, que genera frustración en las economías caseras y malestar en la pareja.

Todo está en permanente cambio, transformándose continuamente y estos cambios rápidos pueden también llegar a las personas de forma que generen divergencias donde antes había armonía y coincidencias.

Cómo recuperar el equilibrio

Es muy posible entonces que la vida de la pareja se vea convulsionada por diversas crisis en las que se pone a prueba la capacidad de entender qué está sucediendo. Pero si se es capaz de elegir las herramientas adecuadas, se podrá encontrar un nuevo equilibrio. Dar vuelta la página y comenzar un capítulo diferente.

No es que de la mañana a la noche se resuelva el problema: hay que tener tolerancia, ser asertivos, tener paciencia y mucho humor. Una manera es hacer saber al otro que uno está bien dispuesto, que a veces se tienen días complicados donde todo parece fuera de control. Producir diálogos generativos de búsqueda conjunta de una nueva visión, porque el tiempo pasa y nada es para siempre.

Y si aún así no funciona, haciendo un click, enviando un mail, por sms o un llamado telefónico. También buscando ayuda profesional: es fácil y solo traerá beneficios.