Entre las costumbres culturales que llevaron los inmigrantes alemanes a distintas partes del mundo estuvo la fiesta de la cerveza. Tanto fue el éxito de esta celebración que se tomó como tradición llevarla a cabo durante el mes de octubre bajo el nombre de +Oktoberfest+. En ese mes, Brasil, desde hace varios años se ha convertido en el epicentro del festejo más grande del planeta fuera de Alemania. A tal punto que se espera más de un millón y medio de visitantes de todos los continentes en la ciudad de Blumenau, al Sur del país vecino.
Si bien esta celebración se hace en países de distintos continentes donde haya inmigrantes germanos, el Oktoberfest en Brasil es una gran introducción a la herencia alemana del país. Está inspirado en la Oktoberfest de Munich.
La fiesta en Brasil tiene muchos atractivos. Uno de ellos es el clima cálido de esta estación primaveral, lo que permite a los visitantes recorrer distintas playas, además de disfrutar del paisaje del Sur de ese país tan atractivo para el turismo.
En la edición del año pasado, asistieron a la celebración alrededor de 578.870 personas que bebieron unos 583.681 litros de chopp (cerveza de barril).
En su 28va edición (del 6 al 23 octubre próximo), la Oktoberfest de Blumenau mostrará desfiles, fiestas con bandas nacionales e internacionales tocando música tradicional alemana y el pop en el Biergarten y en la calle, así como comidas típicas y de fabricación local e importados cerveza.
Blumenau está a 139 kilómetros (86 millas) de Florianópolis, un lugar turístico por excelencia. Santa Cruz do Sul, una ciudad con unos 107.000 habitantes, alberga una de las Oktoberfest más grande y más famosa de Río Grande do Sul, el estado más sureño de Brasil.
Además de disfrutar de música tradicional alemana, también se ofrece espectáculos con bandas populares de Brasil de otros estilos musicales.
El lugar
Villa Germánica es un complejo comercial con tiendas, restaurantes y un pabellón que se extiende por más de seis hectáreas, es donde la mayoría de la Oktoberfest de Blumenau se lleva a cabo.
La arquitectura en el parque se asemeja a las casas en un pueblo alemán. Entre los recuerdos más atractivos para comprar como souvenirs son las jarras de cerveza, artesanías y ropa tradicional alemana.