Con la noticia destacada -la semana pasada- de la construcción de una moderna planta de procesamiento agroindustrial de congelamiento para zapallos, espárragos, acelgas, espinacas y diversas coles, por parte de Iceberg Agrícola, en su sitio habitual del Médano de Oro, en Rawson, la horticultura sanjuanina dará un paso trascendental hacia un nuevo modelo de trabajo.
Es que el sector viene atravesando los últimos 5 años una serie de altibajos que, con esta orientación, definirá un rumbo cierto a mediano plazo en los alimentos producidos en nuestras tierras. Ya el zapallo en fresco ha crecido enormemente y con diversas variedades, como los Coquena dentro de los ancos, han llegado a países como los Emiratos Árabes, sorprendiendo a propios y extraños.
Comenzando por los ajos, a pesar del fuerte apoyo del Gobierno provincial con la concesión de galpones de empaques modernos para la terminación del bulbo, hasta llegar a los envases de mercadeo, tanto en Pocito como en Calingasta, el escenario internacional, con la fuerte entrada de China invadiendo todo lo que toca, el alto costo del cultivo en Argentina, los insumos inalcanzables, la gran demanda de mano de obra, y la sequía de 4 temporadas que merman los rindes, no la calidad, hacen que el valor de la caja que ronde aproximadamente el costo final, y la ganancia es nula o muy escasa.
Siguiendo por la cebolla, un cultivo que prácticamente se quedó en la historia, ni las tempranas ni las tardías, o de buena conservación, lograron tener precios atractivos y tanto en los valles centrales como en los norteños como Jáchal, los agricultores han perdido todo el interés por aumentar la superficie con esta aliácea. Termina obteniendo mejor renta el intermediario que el productor y no hay vuelta atrás.
El tomate para industria, salvo en esta última campaña en la que el clima afectó seriamente los volúmenes obtenidos, y tanto fábricas como productores perdieron entre un 40 y un 60% de lo programado, con la consiguiente crisis anual que se desea reconvertir en esta nueva temporada. Lo bueno es que esta hortaliza es la que posee un paquete tecnológico probado y eficiente, que incluye un kit de preparación temprana de suelo-subsolador-guano-goteo-mulching- plantines-fertilizantes-cosecha, tal que, en condiciones normales, los chacareros obtienen el promedio de kilos por hectárea, más alto de Argentina, con 79.000; y topes de 140.000 en lotes destacados.
El melón de Sarmiento es un sector que viene creciendo, recuperando terreno lentamente, en base a la búsqueda de una Identidad Geográfica acreditada y protegida por la ley primero, con la participación nutrida de un equipo de trabajo que integran los productores del sur, el INTA, la Municipalidad, el Procal, el Ministerio de la Producción, la Secretaría de Agricultura, la Escuela Agrotécnica del departamento y algunos entes más. Un modelo para imitar en un escenario exigente de mercadeo, pero atractivo si se consigue los objetivos de marketing y logística del proyecto.